¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo…



¿QUÉ LUZ EXTRAÑA, DIME, HA POBLADO ESTE CUERPO…
Javier Egea

¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo
repetido en portales, escaparates, brumas,
ingenuo paseante de la ciudad, hermano,
caminante del mismo aturdimiento
que estos siglos de expolio pusieron en los ojos,
qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?

Así nos fuimos viendo nítidamente fríos,
enfrentados,
de una margen a otra de la calle en ruinas,
con la clarividencia de los obreros viejos
que abanderan los pasos del taller a la muerte
aprendiendo el futuro.

Sobre nosotros pasan los balcones cerrados,
las farolas con frío,
los aleros mellados y este viento,
como un enjambre inhóspito,
y la piel de la tierra huele a ropa quemada,
mas tiritan los huesos
y hay tan sólo el calor de la sangre que alumbra
desde el abrazo grande de tu fuerza y la mía.

Es cierto que la historia
nos condenó a las calles ateridas
y no el azar que llega maldito restallando.

¿Qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?
Hoy supimos, mirándonos las manos,
a pesar del estrago y las ojeras mustias,
al fin reconocidas,
que siempre es tarde, siempre, para volver a casa
como se vuelve al sitio de las túnicas rotas,
de las máscaras frías,
del polvo atrincherado,
de los andrajos de la luz.

Así nos ven desde fuera

Así nos ven desde fuera. A nadie le pasa desapercibido el estado de excepción económica que estamos viviendo en España con una política de drásticos recortes y ninguna medida de estímulo económico para sacar al país de la crisis. A más recortes, más sufrimiento social y más indignación ciudadana. La cadena de televisión NMA, de Taiwán, ha construido una radiografía en clave de humor  que refleja la situación de extrema dureza y dificultad que atraviesa nuestro país. Esta parodia nos pone delante de nuestro propio espejo. La cruda realidad que algunos no quieren ver. Más allás de la caricatura o la sátira, el vídeo encierra un mensaje a tener en cuenta. No es cuestión de tijeretazos, palos o amenazas, hace falta diálogo y zafarse del corsé  oprimente de la austeridad a ultranza. Ese camino no conduce más que al desastre.

J.K. Rowling

J.K. Rowling es mucho más que una afamada escritora de best sellers. Encierra una mujer batalladora, de convicciones profundas y de ideas progresistas. En la presentación de su primera novela para adultos, The casual vacancy, una obra definida por la crítica conservadora como «manifiesto socialista enmascarado», la autora de Harry Potter ha lamentado que con la excusa de la crisis y con el señuelo de la sacrosanta austeridad se esté dinamitado el estado del bienestar y las conquistas sociales en su país y, por extensión, en todo el entorno europeo. No es un gesto para la galería, es una posición que hunde sus raíces en las vivencias de una mujer que ha sido madre soltera, viviendo de los beneficios sociales, y que ha sufrido en sus carnes la opresión de la pobreza. No es de extrañar que defienda las políticas de protección social pese a la fortuna amasada con su éxito editorial:

  • «Me siento en deuda con el estado británico del bienestar, el mismo que el señor Cameron quiere desmantelar a cambio de un puñado de organizaciones caritativas».
  • «Cuando mi vida tocó fondo, salí adelante gracias a las ayudas sociales y eso es algo que no puedo olvidar».
  • «Los poderosos de este país no tienen contacto con la realidad y perciben a los pobres como una masa amorfa, como un porridge [gachas de avena]».
  • «En los últimos años se ha producido una redistribución de beneficios y un definitivo cambio de atmósfera en este país. Las familias que lo pasan mal viven aún peor».

Mi contacto inicial con Rowling fue a través de mis hijos y su pasión por la serie del joven mago. Ahora me pica la curiosidad por la novela social que en breve estará en todas las librerías.

PD.– Declaraciones extraídas de El Mundo.

Los jueves al sol de Zoido

Cada dos semanas, los jueves para Juan Ignacio Zoido constituyen una auténtica tortura china. Cada dos semanas, se tiene que despojar del traje de alcalde de Sevilla y demostrar que tiene empaque para ejercer de líder de la oposición en Andalucía. La encomienda le viene grande. En la bancada del Partido Popular añoran los tiempos de Javier Arenas. No ven a Zoido como el líder que le permita rearmar a la organización tras la enorme decepción de no alcanzar el gobierno de la comunidad autónoma por enésima vez. Naufraga un jueves sí y al siguiente también. No tiene el fondo ni la preparación para llenar el cargo. Y posiblemente ni el tiempo necesario: se dedica a Andalucía a tiempo parcial y una autonomía de esta dimensión geográfica y con tanto peso político requiere el cien por cien de las neuronas disponibles. Zoido pretende usar los mismos mimbres que lo auparon al sillón municipal. Hace falta mucho más que lugares comunes, tautologías insufribles, crítica machacona sin fundamento y apoyo incondicional de algunos medios de comunicación. Cuando se tiene que medir en el Parlamento al presidente de la Junta, Pepe Griñán, hace aguas por todos los costados.

Hoy no era un jueves cualquiera: se podía leer en la prensa (menos en la más afín al regidor) el «descontento total» de los empresarios de Sevilla con su gestión al frente del consistorio hispalense. Zurriagazo en toda regla, en palabras de su biógrafo, el periodista Carlos Navarro Antolín, que se suma a una sensación cada vez más generalizada del bluf de Zoido como alcalde. En Diario de Sevilla un ciudadano expresaba su más absoluta decepción y rabia en una carta al director: «Me equivoqué al votar. Zoido no era la persona capaz de resolver los problemas de mi ciudad (que son los míos). O quizá es que dedica el tiempo a su partido y a otros menesteres para los que yo no le presté mi voto». Quizá porque quien mucho abarca poco aprieta, quizá por el principio de Peter, el actual jefe de la oposición no encuentra su sitio. Además, repite en público y en privado a todo aquel que lo quiera oír que no se presentará como candidato a la Presidencia de la Junta. Es posible que más pronto que tarde disfrute de jueves al sol cada dos semanas. Para él, lo sé de buena tinta, será un alivio.

Foto.El Mundo.

Lección ética

Asistí ayer tarde en directo a la comparecencia del presidente de la Junta de Andalucía en la comisión de investigación de los ERE. Vaya por delante mi condena y mi decepción porque cuatro golfetes se aprovecharan del dinero público para unos fines indeseables. Detesto la corrupción, venga de donde venga. Por eso suscribo las palabras de Pepe Griñán: quien haya querido lucrarse con fondos públicos no tendrá ni protección ni amparo de la Junta y el PSOE de Andalucía. Dicho en plata: quien haya metido en la mano en la caja que pague por ello. Y cuanto antes, mejor. (A ver si la juez Alaya le pone el turbo a la instrucción y se deja de encajes de bolillos buscando el santo grial de una teoría imposible).

Griñán estuvo brillante en su exposición y desmontó una a una todas las mentiras que ha vertido el Partido Popular durante este tiempo. Derrochó solvencia, conocimiento, rigor y honestidad en sus palabras. Tiene mucha relevancia que un presidente (a petición propia) acuda a un Parlamento a dar la cara y expresar su compromiso con la ética y la transparencia. En estos tiempos donde ha prendido el desencanto hacia la política es un gesto que merece ser valorado.

No me quiero pasar de epítetos y loas por aquello de ser colaborador, compañero y amigo del presidente. Me voy a remitir a la opinión de un periodista cuya trayectoria y medio para el que trabaja lo sitúan en las antípodas de las siglas socialistas: «Griñán se ha comido a Carlos Rojas«. Era una evidencia aplastante que el portavoz del PP no dio la talla, ni ayer ni en jornadas anteriores. El presidente lo retó que le repitiera allí cara a cara, mirándolo a los ojos, todas las falsedades, insidias y calumnias sostenidas en estos meses de juego sucio y Rojas se rajó, agachó la cabeza y siguió con su monocorde guión de preguntas insustanciales.  Me jugué con mi compañero de profesión no una sino tres comidas a que ningún medio de comunicación, especialmente los conservadores, repararía en la inconsistencia del vocero popular. Más por viejo que por listo, no me he equivocado: El Mundo y ABC corren un tupido velo sobre el papelón de Rojas y ponen el foco en la incisiva diputada de IU Alba Doblas. Pero hay silencios estruendosos… que en la sede del PP tienen que escocer.

Injusta fiscalidad

No es noticia. Sabemos casi desde siempre que el esfuerzo fiscal está mal repartido. Todos aquellos que estamos sujetos a nómina soportamos un mayor peso. En cambio, profesiones liberales y empresas no tributan en consonancia con sus ingresos. Las generalizaciones acarrean rotundas injusticias, seguro que hay excepciones muy honrosas que cumplen con sus deberes ciudadanos. Pese a este evidente desequilibrio tributario, todavía me sorprendo cuando se difunden datos oficiales que certifican la envergadura del agravio que padecemos los empleados por cuenta ajena. El último guarismo es descorazonador: las empresas pagaron sólo por impuestos el 11,6% de sus beneficios en 2011. Es decir, por un salario mileurista un currito tributa un porcentaje similar. ¡Tremenda injusticia! Arranca la información de El País que me ha soliviantado reconociendo que «hasta ahora las normas tributarias españolas han sido bastante indulgentes con las empresas, sobre todo con los grandes grupos«. No hace falta que lo jure. Ahí tiene Rajoy un filón enorme para recaudar y no cargar las tintas contra los de siempre.

PD.- Y, por supuesto, que el Gobierno derogue la amnistía fiscal. Es impresentable que se premie al defraudador. Al que no cumple con sus obligaciones fiscales, hay que perseguirlo. Es la hora de una lucha intensiva y eficaz contra el fraude fiscal.

Raíz antigua

RAÍZ ANTIGUA
Meira Delmar

No es de ahora este amor.

No es en nosotros
donde empieza a sentirse enamorado
este amor por amor, que nada espera.
Este vago misterio que nos vuelve
habitantes de niebla entre los otros.
Este desposeído
amor, sin tardes que nos miren juntos
a través de los trigos derramados
como un viento de oro por la tierra,
este extraño
amor,
de frío y llama,
de nieve y sol, que nos tomó la vida,
a leve, sigiloso, a espaldas nuestras,
en tanto que tú y yo, los distraídos,
mirábamos pasar nubes y rosas
en el torrente azul de la mañana.

No es de ahora. No.
De lejos vine
-de un silencio de siglos,
de un instante
en que tuvimos otros nombres y otra
sangre fugaz nos inundó las venas-,

este amor por amor,
este sollozo
donde estamos perdidos en querernos
como en un laberinto enamorado.

Segregación clasista y sexista

Ya está sobre la mesa la reforma educativa de Mariano Rajoy, séptima de la democracia. El Consejo de Ministros dio luz verde en su reunión a un anteproyecto de ley con el sarcástico y petulante nombre de «mejora de la calidad de la educación». Antes de entrar en el regresivo contenido de la reforma, tiene bemoles que con los recortes y los obstáculos que está poniendo a la educación pública, una voladura controlada y calculada de la igualdad de oportunidades, el Ministerio se descuelgue con semejante nombre para su proyecto de involución académica.

El modelo educativo que quiere poner en marcha el ministro Wert supone un paso atrás desde el punto de vista pedagógico (añoranzas de aquellos tiempos del catón) y pretende restar fondos a la escuela pública para favorecer el negocio privado y un modelo más clasista, elitista y segregador. Con estos mimbre se ahondará en la brecha social (los hijos de familias con menos recursos estarán en desventaja) y no se facilitará la integración. Al segregar desde edades muy tempranas se abona el terreno para el incremento del fracaso escolar. La división prematura de estudiantes, como ocurría antaño, en listos y torpes, penalizará a los procedentes de entornos con ambientes sociales más humildes.

Segregación por razones académicas y también por razones de sexo. Una prueba más del órdago ministerial es la inclusión de la educación diferenciada (los niños con los niños y las niñas con las niñas) como beneficiaria de recursos públicos pese a la reciente sentencia contraria del Tribunal Supremo. El alto tribunal entiende que en estos centros no se favorece la igualdad efectiva de hombres y mujeres. El Gobierno, sin embargo, hace oídos sordos a este fallo judicial.

Se ha producido una reacción casi unánime de rechazo al proyecto. Sindicatos, oposición política, comunidades autónomas, profesorado y padres y madres de la escuela pública. Sólo ha contado el anuncio de Wert con el aplauso de la patronal y las familias de colegios católicos y privados. Por si había alguna duda sobre el maltrato que el Gobierno de la nación iba a por la escuela pública, las adhesiones a la reforma señalan quienes son los principales beneficiarios de la misma. Por tanto, estamos ante la imposición de un pendulazo ideológico por más retórica beatífica que se derroche desde el Palacio de la Moncloa.

Sería imprescindible que Wert abandone las bravatas y que abra un proceso de diálogo con las comunidades autónomas y con el conjunto de la comunidad educativa. El Gobierno central debe despojarse de sus prejuicios ideológicos y favorecer una reflexión serena y plural que dé respuesta a las necesidades del sistema educativo. Si no se aviene al diálogo, la reforma condenará a muchos niños y niñas al fracaso. Y lo que es peor hará germinar una sociedad de dos velocidades al liquidar la igualdad de oportunidades.

Miserias humanas

«… no por eso deja de resultar chocante la postrera imagen de Carrillo, muerto en su ataúd con las gafas puestas, como si su fantasma fuera a alzarse a pedir un cigarrillo o una confesión in extremis ahora que tanto se llevan las series de fantasmas y de vampiros». 

«Al cabo, el viejo comunista era un muerto viviente al que de cuando en cuando sacaban de la tumba para que le limpiaran el polvo en la universidad».

«Carrillo es ya ceniza de otra época y al menos no habrá que buscar sus restos agujereando los campos como si nos hubiera atacado una plaga de hediondos gusanos…».

«Quien sabe si la médium que sale en televisión nos dará noticias de su paradero y si lleva la estaca en el corazón».

Leo estas frases en una columna de Pedro Narváez en La Razón y se me han revuelto las tripas. No es que defienda las alabanzas hipócritas de las jornadas de duelo tan características del comportamiento hispano. Este hombre se ha pasado en su ajuste de cuentas ideológico, ha vomitado toda su bilis, ha demostrado cuán miserable puede llegar a ser una persona. La dureza en el análisis de un personaje histórico no da carta blanca a la indecencia ni al odio. Sus palabras rezuman un tremendo rencor y una desmedida falta de respeto. Y no sólo hacia Santiago Carrillo, también hacia los familiares y las víctimas de la represión franquista. Tendría que hacerse mirar esa patología por un especialista. Ya sabemos que los periódicos no se hacen responsables de las opiniones de sus colaboradores. Ahora bien, esta prosa tan guerracivilista, hiriente, revanchista y pérfida denigra a la cabecera que la recoge. Haría bien Francisco Marhuenda, director del diario del Grupo Planeta, en controlar estos excesos que no contribuyen a la pacífica convivencia entre los españoles.