¿Franco se muda?

El futuro del Valle de los Caídos queda en manos de Mariano Rajoy. Y la continuidad de la sepultura del dictador Franco, en manos de la Iglesia. El informe de la Comisión de Expertos sobre el futuro de este icono del régimen franquista plantea el traslado de los restos del generalísimo y una serie de actuaciones para convertir el monumento en un centro de homenaje a todas las víctimas de la Guerra Civil. Persigue esta resolución el loable objetivo de cauterizar cualquier tipo de herida que siga abierta en torno a esta mole de piedra que ensalza el golpe de estado fascista de 1936. Llega justo este dictamen con el Gobierno socialista en funciones y después del 20-N por expreso deseo de sus redactores para no interferir en el proceso electoral. Será un trabajo inútil y que nos conducirá a la frustración. No hay que ser muy avispado para concluir que todo se quedará como está. Rajoy colocará en la papelera esta iniciativa de justicia con la memoria histórica: el PP nunca ha mostrado sensibilidad hacia la ley o el sufrimiento de muchas familias que siguen buscando a sus víctimas. Y la Iglesia, con un gobierno de derechas a la vuelta de unos días, hará oídos sordos hacia un opresor al que paseaban bajo palio. En un país democrático y en pleno siglo XXI suena a anacronismo insufrible este poder de injerencia de la Conferencia Episcopal en los asuntos públicos. ¿Hasta cuándo soportaremos el Concordato?

Profecía cumplida

El escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte publicaba en el suplemento dominical El Semanal el 15 de noviembre de 1998 un artículo que ahora, trece años después, se revela como una auténtica profecía. En cambio, los analistas económicos todo este tiempo papando moscas o enredados en la telaraña del dinero fácil… para unos pocos (¿también para ellos?). Las palabras premonitorias de Pérez-Reverte alumbran hoy el paisaje de una larga y profunda crisis económica que sufrimos por la codicia de los especuladores y por la incapacidad de arquitectura institucional para plantarles cara.

LOS AMOS DEL MUNDO

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos, cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días.

Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces -¡oh, prodigio!- mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.

Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

El verdadero drama de los recortes

Hace unos días nos conmocionaba la luctuosa historia de una mujer que murió de un aneurisma tras recorrer cuatro hospitales en Cataluña. La política de severos ajustes que está aplicando el Gobierno de CiU, con el apoyo del Partido Popular, en la sanidad pública catalana no se limita a simples apuntes contables, se concreta con rostro humano y provoca situaciones dramáticas que no se compadecen con los supuestos ahorros conseguidos. Cada episodio fruto de esa cruzada economicista de la derecha proyecta un sufrimiento insoportable desde una perspectiva solidaria. Cualquiera se indigna cuando comprueba en un periódico la cicatería y la inhumanidad de los gestores públicos catalanes ante un enfermo terminal de cáncer:

«A Enrique Conesa, barcelonés de 55 años con un grave cáncer terminal, sólo le queda morir tranquilo, sin dolor y rodeado de los suyos. Será dentro de pocas semanas. Pero ni eso resulta sencillo: la morfina que consume desde septiembre por vía oral le hace cada vez menos efecto y lleva ocho meses esperando una cita con la clínica del dolor del hospital de Mataró para obtener la primera administración del analgésico por vía intravenosa, la forma de administración más potente, junto a las pautas para las siguientes dosis y la receta médica. «Se nota que aguanta sufriendo, le duele horrores: Los médicos dicen que le queda un mes de vida. No quiero que muera como un animal», ruega con entereza su esposa, Antonia Benegas, de 52 años.» (Sigue leyendo en El País)

Este cruel final que le están obsequiando a Enrique resulta intolerable. Y políticamente tendría que pasar factura a los que no hacen nada desde sus poltronas públicas para favorecer una muerte digna y sin dolor a los que encaran la recta final de sus vidas. La ortodoxia neoliberal no puede estar por encima de todo.

Denúncialo

Hoy es 25 de noviembre, jornada reivindicativa, aunque tenemos que luchar contra la violencia de género todos los días. En España llevamos la triste ratio de más de una muerte por semana (54) y en Andalucía de una asesinada al mes (11) en lo que va de 2011. No es un fenómeno exclusivo de nuestro país, se extiende por todo el planeta sin distinción entre países desarrollados y los del Tercer Mundo, aunque en éstos últimos la situación reviste una mayor gravedad por la ausencia de control por parte de los estados. Se conocía hace unos días la noticia de una mujer afgana que cumple prisión de 12 años tras una violación al ser considerada adúltera por la ley islámica. La redención de su pena pasa por contraer matrimonio con el agresor. La religión mal interpretada tiene esas dramáticas consecuencias. Rebrotaban también ayer en Twitter unas declaraciones deplorables del arzobispo de Granada («si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella») que, además de apología del delito, entronizan el rol dominador del hombre sobre la mujer y justifican la violencia. Ante estas voces necias y retrógradas, una campaña de la Policía Nacional para concienciar a las víctimas de la denuncia como salida de sus particulares infiernos. Y es que el horizonte no es esperanzador si nos atenemos a un informe presentado por la Federación de Mujeres Progresistas que arroja estos preocupantes resultados:

  • El 80% de los jóvenes (entre chicos y chicas) cree que en una relación de pareja la mujer debe complacer a su novio.
  • Más del 40% piensa que el chico tiene la obligación de protegerla a ella.
  • Cerca del 60% está de acuerdo en que los celos son normales en una relación.
  • Sólo un 21% relaciona la violencia de género con el machismo.

Se tiene asumido el rol de mujer complaciente y hombre celoso, un cóctel que augura dependencia y opresión y crea el caldo de cultivo que degenera en malos tratos.

PD.- Ahora que se va de la Moncloa es de justicia reconocer la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero en el ámbito de la igualdad y, sobre todo, recordar que la primera iniciativa que llevó al Congreso de los Diputados tras ganar las elecciones de 2004 fue la ley integral contra la violencia de género. Gracias a ese esfuerzo legislativo, las mujeres que sufren esta lacra tienen hoy más mecanismos de protección y más recursos para escapar de sus verdugos.

Contrastes

Mientras que en Andalucía se realizaba el primer trasplante de un corazón artificial gracias a la sanidad pública, en Cataluña la derecha nacionalista, con el aplauso del Partido Popular, ponía en marcha el copago sanitario con el eufemístico nombre de ticket moderador, al fin y al cabo hacer pagar por servicios y medicamentos. Mientras que el Parlamento de Andalucía, gracias a una iniciativa socialista, daba luz verde al escaño 110 para que los promotores de iniciativas legislativas ciudadanas puedan hacer oír su voz en la Cámara, la aplastante mayoría pepera en el Ayuntamiento de Sevilla ponía el cerrojazo a la comisión de investigación cuando han sido descubiertas las mentiras de Juan Ignacio Zoido sobre el Plan Centro. Mientras en Andalucía se avanzaba en la igualdad de oportunidades al quedar aprobada una ley que regula el uso de la lengua de signos, en Murcia, como ya se hace en Galicia, los parados pierden su tarjeta sanitaria cuando dejan de percibir el subsidio. Son sólo ejemplos de ayer… Está claro que no es lo mismo lo que ocurre donde gobierna la izquierda o la derecha.

El festín de los mercados

No está muy lejos que sea haga realidad el mensaje de esta parodia televisiva. Ya en Cataluña la derecha catalana (CiU con el apoyo del PP) ha empezado con más recortes pasado el 20-N y sin previo aviso en campaña (copago sanitario, rebaja del sueldo a los funcionarios y subida de tasas indiscriminada). Un fraude electoral en toda regla. El PP, con su mayoría absoluta, tiene sus manos libres. En la casa de Mariano Rajoy mantienen en secreto aún sus tijeretazos. La canciller alemana, Ángela Merkel, llama a la puerta del futuro presidente español, a través de un telegrama, y le exige reformas sin dilación. Los mercados, esto es, los especuladores que se están poniendo las botas en esta crisis, ya le han puesto las tareas. Dos agencias de calificación, Standard & Poor’s y Fitch, y le han marcado la hoja de ruta para colmar su apetito insaciable. El festín de los mercados y la derecha ha comenzado.

Tiempos

El tiempo periodístico es vertiginoso, devora la actualidad y siempre busca anticipar escenarios futuros (en ocasiones, se apoya más en la especulación que en la certeza o el conocimiento). El tiempo político se caracteriza por otra cadencia, no siempre se adapta al apresuramiento mediático, descansa más en la reflexión o incluso en la oportunidad. Ahora vivimos un choque de esas dos formas de entender cada momento histórico. A tenor de lo que escriben y hablan periodistas, politólogos y tertulianos de distinto pelaje, el PSOE tendría que resolver el shock que ha provocado el mal resultado de las elecciones en 48 horas. Se esbozan dimisiones, ejecuciones, inmolaciones y otras figuras de corte dramático y espectacular (léase en modo figurado) en las filas socialistas que alimente la sed de noticias de los medios de comunicación. Hay una tendencia natural en la condición humana a hacer leña del árbol caído. De una manera más benévola, se reclama también al ganador del 20-N, Mariano Rajoy, que dé a conocer su gobierno y sus primeras decisiones. Aludo a la benevolencia mediática en el caso del dirigente del Partido Popular porque en su caso se le concede la bula del triunfo y se alaba su característica de «buen administrador de los tiempos» (sic). El deber de los periodistas es, sin duda, avanzar información y el de cada partido o cada líder, tomar las decisiones oportunas sin presiones externas o de la actualidad.

Volviendo al caso que más conozco. El PSOE necesita un tiempo para el análisis y para la recomposición después del duro revés del domingo. Una familia que sufre un trauma importante arrastra durante unas semanas una cierta depresión. Un paso en falso en estos momentos sería terrible. Los medios y sus opinadores, en cambio, no dan tregua, no entienden este obligado periodo de vigilia para un partido que ha sufrido un castigo electoral tan sonoro. Se cuestiona incluso el carácter ordinario del congreso que se celebrara en la primera semana de febrero, como si dos meses fuera una eternidad. Y tiene esa condición ese cónclave porque toca convocarlo entre el tercer y cuarto año del anterior y se está dentro de ese plazo, porque en una cita ordinaria no sólo se elige a una nueva dirección sino que acoge un profundo debate sobre ideas y programas y porque de hacer un extraordinario ahora habría que organizar un ordinario en julio, una situación que sometería al PSOE a un completa inestabilidad y dejaría en situación de interinidad a las personas que asumieran el mando. Una formación política, fundamentalmente, requiere de un proceso sereno de maduración y decantación antes de adoptar en caliente una decisión tan trascendente en unas circunstancias tan delicadas. Sólo con un estudio profundo de las causas que han llevado a esta derrota se podrá salir con garantías de futuro. Las prisas, como casi siempre en la vida, son malas consejeras.

Foto.-Efe. José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia de ayer para anunciar el congreso de febrero.

Apuntes sobre el 20-N

Las elecciones generales del 20-N me despiertan una serie de reflexiones que enumero de forma esquemática:

  • En primer lugar, felicitar al ganador. La ciudadanía le ha concedido la responsabilidad de formar gobierno a Mariano Rajoy y esta decisión es incuestionable.
  • La mayoría absoluta del Partido Popular ha sido menos aplastante de lo previsto (tiene el mismo porcentaje que el PSOE en 2008 y casi medio millón de votos menos).
  • El PSOE ha obtenido un mal resultado en España. Sin paliativos. Ha perdido 4,3 millones de votos como consecuencia del desgaste de la gestión de la crisis. Como en otros países, en estos momentos de severas dificultades económicas paga el que está gobernando. La adopción de ciertas medidas contrarias al programa ganador en 2008, obligados por las circunstancias, ha degenerado en desencanto.
  • El aspirante del Partido Popular ya no tiene excusas. Cuenta con el ejecutivo central y un inédito y extraordinario poder autonómico y local. El tiempo dirá si sus decisiones corrigen o no esta coyuntura de incertidumbre. Ya no le toca hacer oposición, sino gestionar. Habrá que estar vigilantes ante un posible desmantelamiento del estado del bienestar a cargo de la ortodoxia neoliberal.
  • Se dibuja un mapa inquietante en España, con un poder absoluto del PP. Del bipartidismo se ha pasado al monocultivo de la derecha. Cierto es que se constituirá un congreso teóricamente más polifónico con muchas minorías, aunque su voz no trascenderá tanto como en la legislatura que ahora acaba. Las mayorías absolutas enmudecen la discrepancia.
  • En Andalucía, el resultado no es bueno pero notablemente mejor que en el conjunto de España. Se pierde por menos de 9 puntos, frente a los casi 16 nacionales, y se dan las circunstancias objetivas para afrontar con expectativas de éxito las elecciones autonómicas de la primavera. El escrutinio final ha desmentido todos los pronósticos pesimistas de las encuestas. Hay partido. En la sede del PP andaluz hacen el mismo análisis, según avanza un periodista tan conocedor de esa casa como es Carlos Navarro Antolín en su post Arenas, la desconfianza del lince.