¡Basta ya, Israel!

Israel continúa con su brutal ofensiva sobre la franja de Gaza, mientras que la inmensa mayoría del planeta sufre, como este oficial de la Naciones Unidas, por el horror que aflige el pueblo palestino. El Gobierno hebreo cataloga los centenares de muertes de civiles inocentes (algunas fuentes hablan de más de mil) como inevitables daños colaterales. No se sienten concernidos ni por los tímidos llamamientos de la comunidad internacional ni por el dolor que va sembrando a su paso su campaña militar.

Nuevo bombardeo del Ejército israelí contra un colegio de la ONU con niños como víctimas. Y ya van cuatro ataques indiscriminados a estos recintos en los que se refugian los muchos desplazados por el conflicto. La actuación de Israel es intolerable y no tiene visos de acabar: el Gobierno de Netanyahu acaba de movilizar a 16.000 reservistas. Así, se está granjeando la antipatía de la opinión pública mundial. Estados Unidos juega a dos bandas: por un lado, la Casa Blanca condena el atentado sobre la instalación escolar de Naciones Unidas y, por otro, el Pentágono envía más munición el Ejército hebreo. Esta actitud hipócrita caracteriza la respuesta de los organismos internacionales a esta masacre injusta y desproporcionada. Le ponen una vela a dios y otra al diablo y todos tan contentos. Así no.

Días de encuestas

Julio llega a su fin y la actividad política no decae. Se está haciendo un mes largo con una agenda frenética y las vacaciones que parece que no llegan nunca. En estas vísperas del ansiado descanso se han conocido dos encuestas sobre intención de voto en Andalucía: el barómetro de La Sexta y el del Centro de Análisis y Documentación Político y Electoral (CADPEA) de la Universidad de Granada. Trabajos demoscópicos con un universo parecido (1.100 y 1.200 muestras telefónicas) y unos resultados un tanto dispares pero con unas conclusiones compartidas:

1. El PSOE de Andalucía ganaría las elecciones autonómicas si celebraran hoy. La Sexta le da una ventaja de 9 puntos, muy similar a la obtenida por los socialistas en los pasados comicios europeos del 25 de mayo, y el  CADPEA acorta la distancia en apenas un punto. Ahora bien, en intención directa de voto, según el instituto granadino, el PSOE tiene seis puntos más de apoyo electoral que la derecha y si añadimos simpatía, la brecha se agranda.

2. Susana Díaz es la política más valorada en esta comunidad autónoma. Es la única dirigente que aprueba, una nota que tiene especial significación en este clima de desafección hacia la política.

3. El jefe de la oposición, Juan Manuel Moreno Bonilla, es muy poco conocido (apenas por un tercera parte de los andaluces) y su suspende en su valoración (no alcanza ni siquiera el cuatro).

4. Aumenta la valoración del Gobierno de Andalucía. Desde la llegada de Susana Díaz hace diez meses, ha subido en 19 puntos su aprobación. En cambio, recibe más rechazo la oposición del PP desde la llegada de Moreno Bonilla.

5.- Aparece Podemos con  representación en el futuro Parlamento de Andalucía y se sitúa muy cerca de Izquierda Unida, que seguiría siendo la tercera fuerza política.

6. UPyD retrocede y el PA seguirá siendo partido extraparlamentario.

Más participación, más democracia

Andalucía toma de nuevo la delantera en mejoras de la calidad de nuestra democracia. A la ley de Transparencia, ya aprobada por el Parlamento, hoy se ha comenzado a tramitar el anteproyecto de ley de Participación Ciudadana, un texto muy avanzado que da voz a los ciudadanos en los asuntos públicos y que, por tanto, da argumentos para que la gente se sienta más cerca de la política y recupere la confianza en su instituciones. La unión de las dos leyes dará respuesta a una demanda social: por un lado, el ciudadano podrá conocer en qué se gasta el dinero de sus impuestos y, por otro, podrá participar a qué se destina. Andalucía responde con más democracia frente a la desafección política, favoreciendo la rendición de cuentas y la corresponsabilidad de los ciudadanos y su Gobierno.

Este anteproyecto de ley se inspira en el derecho de participación tal y como se regula en el Estatuto de Autonomía, la Constitución y las recomendaciones de las instituciones europeas. Todas las personas inscritas en el padrón mayores de 16 años gozarán de un derecho que les permitirá participar en las decisiones públicas. Los vecinos de Andalucía podrán marcar determinadas prioridades de gasto con los presupuestos participativos y trasladar propuestas a los anteproyectos de ley, reglamentos o formular sugerencias a las políticas públicas. Tanto el Gobierno andaluz como los ayuntamientos o los propios ciudadanos podrán impulsar consultas populares en lo referido a las competencias autonómicas y locales. Consultas que no son vinculantes aunque desde luego comprometen políticamente a las instituciones.

Un proyecto de ley que ahora comienza a tramitarse y que avanza hacia una democracia más participativa. Un salto más que le permite a Andalucía marcar diferencia y ser referencia para el resto de España.

Foto.- ABC. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el vicepresidente Diego Valderas.

En marcha

El PSOE está en marcha a partir del congreso del fin de semana. O está de nuevo en pie para cambiar España, que diría su nuevo secretario general, Pedro Sánchez. El partido sale más fuerte, más unido y con unos objetivos políticos reconocibles y coherentes con el ideario socialista. Sánchez ha trazado una hoja de ruta clara en la regeneración política, en la defensa del modelo social y en la línea económica. Ha esbozado a grandes trazos un programa de gobierno con espíritu reformista y modernizador de este país como ya hicieron en su momento Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

El líder del PSOE ha fijado una serie de compromisos (derogación de la reforma laboral, de los acuerdos con la Santa Sede para avanzar hacia un país laico y un no rotundo al pucherazo de la reforma electoral para la elección directa de alcaldes, entre otros) que ha puesto a la derecha política y mediática de los nervios. Sánchez pronóstico al término de su intervención que para las huestes conservadoras era un mal día y leyendo algún editorial, se nota que la derecha no encaja que el PSOE tome nuevos bríos.

Cerrado este capítulo congresual, toca dirigir todas las energías a dar respuesta a los problemas que aquejan a cientos de miles de españoles, desplegando políticas que busquen el interés general, la creación de empleo y el bienestar social, que favorezcan la convivencia y que no penalicen a las clases medias y trabajadoras como hace el PP. La gente tiene que sentir muy cerca al PSOE. Ese es nuestro reto.

Foto.- EFE.

Stop a la masacre

¿Cuántas imágenes más como éstas tendremos que sufrir antes de que la comunidad internacional obligue a Israel a dejar de matar a ciudadanos inocentes palestinos? El pasotismo de los organismos y de las principales potencias internacionales resulta bochornoso. El sufrimiento del pueblo palestino exige una respuesta rápida y definitiva. No más víctimas de la crueldad de los ataques del Ejército israelí. Hay que parar la masacre ya.

Crónica del sufrimiento

Los informativos de las últimas horas han sido una crónica negra. Noticias dolorosas con imágenes espeluznantes y sensibilidad a flor de pie. El último bombardeo cruel del Ejército israelí contra una escuela de Naciones Unidas en Palestina, el accidente del avión de Swift Air en Malí con 116 pasajeros y de miembros de la tripulación a bordo, el primer aniversario del trágico accidente del Alvia en Santiago de Compostela con más de 80 muertos… Un relato con elementos de diversa índole que nos sitúa ante la crudeza del sufrimiento humano. El informativo de esta mañana de Telecinco de las 8.30 me dejó con el cuerpo cortado ante la manifestación del dolor ajeno.

Ecuación diabólica

El Gobierno de Mariano Rajoy nos ha vendido una reforma fiscal con más trampas que las películas de kung-fu. La propaganda pepera nos lanzó el señuelo de una hipotética rebaja de los impuestos, insignificante para las clases medias y trabajadoras y muy sustanciosa para los más ricos. En lugar de revisar el sistema tributario pensando en el sostenimiento de los servicios públicos, las mentes neoliberales de la derecha hacen una reforma fiscal para beneficiar a los poderosos y que contempla una caída de ingresos que piensan enjugar en parte con una reducción del gasto público. Lo que traducido supone más recortes, copagos y medidas lesivas para los empleados públicos. La ecuación es sencilla pero diabólica. Menos ingresos y la obligación de cumplir los objetivos de déficit es igual a menos gasto público. La incógnita estaba despejada desde abril: el plan de equilibrio que presentó el Ejecutivo central en Bruselas en esas fechas ya contemplaba un tijeretazo a la inversión pública en política social (educación, sanidad y protección social) y en pensiones.

El ruido de mercadotecnia de la engañosa reforma fiscal no consigue disimular las ansias de demoler el estado del bienestar que tiene la derecha. El Ministerio de Hacienda ha preparado un documento para dar otra vuelta de tuerca más de recortes a los servicios públicos, establecer nuevos copagos sanitarios, aumentar la ratio de alumnos por aula en la escuela pública o para restar más derechos a los funcionarios, entre otras agresiones a los de siempre. Es un documento del Gobierno y de las comunidades gobernadas por el PP y ahora nadie reconoce la autoría de las dentelladas con motosierra que nos quieren dar. Los gobiernos regionales de Galicia, Madrid, Valencia o Murcia se desentienden de su contenido. Lo cierto es que el ministro Montoro lo pretende poner sobre la mesa en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del 31 de julio y esperemos que no venga otra remesa de recortes por decreto-ley aprovechando el mes de agosto.

Andalucía se ha plantado ante este movimiento del Gobierno. No aplicará ningún recorte más en salud, en educación o sobre los empleados públicos. El mensaje se le ha trasladado nítido y rotundo al Ministerio de Hacienda. Por los cauces institucionales y también a través de los medios de comunicación. Menuda paradoja que se filtre esta operación de ajuste el mismo día que conocemos que la operación de reflotamiento de Catalunya Bank a los ciudadanos 12.000 millones. Está más interesado el PP en rescatar a los bancos (unos 100.000 millones en total) que en rescatar a las personas. En esta tierra apostamos por los ciudadanos. Cada cual tiene sus prioridades políticas.

3.456 millones

¿Qué podría hacer una comunidad autónoma con 3.456 millones de euros? Muchas cosas y todas buenas para el conjunto de la ciudadanía. Desde hospitales a colegios públicos, desde atender a más personas en situación de dependencia, conceder más becas o poner en marcha planes por el empleo, desde obras de infraestructuras frenadas por la crisis a la recuperación de derechos perdidos por los empleados públicos. Ésa es la cantidad que Andalucía ha dejado de recibir por una incorrecta aplicación del sistema de financiación vigente entre 2009 y 2012. Esta comunidad ha perdido fondos que habrían venido muy bien para políticas de estímulo al empleo y para reforzar los servicios públicos y el estado del bienestar. Cada andaluz ha dejado de recibir 386 euros en los cuatro años de vigencia del modelo si hubiéramos estado en la media. Cada andaluz ha percibido 2.368 menos que cada cántabro en este periodo. Un dato muy escandaloso que en nada contribuye a la convergencia entre los territorios. Resulta inexplicable que el Gobierno de la nación no mueva un músculo para corregir este agravio. Es más, Mariano Rajoy ha decidido retrasar hasta 2015 la negociación de un nuevo modelo y ha incumplido uno de los acuerdos de la conferencia de presidentes autonómicos. Andalucía dará la batalla en los tribunales. Reclamar lo que es justo para ser iguales no es buscar el enfrentamiento. Lo es, en cambio, negar sistemáticamente a otro lo que le corresponde y actuar desde la discriminación porque aquí, pese a las dificultades, se ha demostrado que otra política es posible.