
El nuevo curso político ha echado a andar. El Gobierno de Andalucía arranca con una hoja de ruta clara y definida, marcada por el discurso de investidura de la presidenta, Susana Díaz, un programa que pretende sacar nuestra tierra adelante y recuperar cotas de bienestar perdidas en estos años de crisis. La prioridad del Ejecutivo socialista sigue siendo contribuir a la creación de empleo. Todas las políticas de la Junta están orientadas a la generación de puestos de trabajo, defendiendo empleo de calidad, estable y con salarios dignos, muy lejos del modelo que construye la cruel reforma laboral del Partido Popular. El reto es crecer más y a más velocidad que el resto de España y hacerlo de una manera justa para no dejar a nadie atrás. Y en este trabajo colectivo se echa en falta la implicación del Gobierno de Mariano Rajoy, siempre de espaldas y desentendiéndose de esta tierra. La última muestra del maltrato contra esta tierra desplegado durante los cuatro años de mandato de la derecha son los presupuestos generales para 2016, donde una vez más discriminan y castigan a esta tierra. El Gobierno que preside Susana Díaz, como hasta ahora, seguirá sólo y tirando a pulmón con recursos propios.
La Junta de Andalucía tirará del carro en solitario y cumpliendo con las obligaciones impuestas de déficit público. Es una administración que cumple aunque no comparta las políticas de austeridad a ultranza que ni el injusto reparto del déficit, que penaliza a las CCAA, o lo que es lo mismo, a los servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad públicas o la atención a personas en situación de dependencia. Mientras que el Gobierno de la nación sólo pretende el desmantelamiento del estado del bienestar, otro de los objetivos en Andalucía será el fortalecimiento de nuestros servicios públicos, el ensanchamiento de los derechos ciudadanos y un ejemplo es la ley de sostenibilidad del sistema público sanitario que se está tramitando desde hace unas semanas. Por tanto, hay que seguir aumentando la eficacia de la gestión y la excelencia de los servicios que se prestan a los ciudadanos garantizando la equidad y la igualdad de oportunidades.
En este comienzo de curso político, el Gobierno autonómico se propone favorecer el diálogo político con la oposición. Un diálogo que permita dar respuesta a la demanda de los ciudadanos. Estamos en un momento político que requiere consenso y el Ejecutivo andaluz quiere favorecer un clima de entendimiento con las restantes fuerzas políticas. Diálogo también con la ciudadanía, que quiere sentirse parte de sus instituciones, y también una gestión marcada por la transparencia. Éste es un Gobierno socialista ha abierto sus puertas y ventanas para que los ciudadanos conozcan absolutamente todo. Que sepan qué se hace hasta con el último céntimo del dinero público que gestiona la Administración andaluza.
Foto.– Europa Press. Rueda de prensa al término del primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones de agosto.