Presupuesto que piensa en las personas

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado esta mañana los presupuestos de la comunidad autónoma para 2013. Como era su obligación, el ejecutivo que preside Pepe Griñán cumplido. En esta ocasión estar a tiempo no ha sido un mero trámite, ha supuesto un esfuerzo ímprobo por parte del equipo de la Consejería de Hacienda. Es de justicia reconocer el buen trabajo de funcionarios y altos cargos para elaborar este proyecto de ley en tiempo récord. A cuenta de decisiones del Gobierno de la nación, se ha dispuesto de un margen mucho más estrecho que en otros ejercicios para confeccionar estas cuentas. Resumiría este presupuesto en los siguientes titulares:

  • Nítidamente progresistas, netamente sociales y que, dentro de la austeridad, marcan la diferencia con lo que hace el Partido Popular donde gobierna.
  • Demuestran que hay otras alternativas para salir de la crisis y que los sacrificios no recaigan en los mismos de siempre (clases trabajadoras y medias).
  • Orientados al empleo (1.200 millones) y que buscan dinamizar la economía apoyando a los sectores productivos. Se apuesta desde la Junta por dar una respuesta a la principal demanda de los ciudadanos.
  • Blindan el estado del bienestar y los servicios públicos, es decir, la educación, la sanidad y la protección social. En estas cuentas se garantiza la igualdad de oportunidades.
  • Piensan en las personas, que tiene en las personas su razón de ser y no sólo en los ajustes contables. Por eso hay partidas para atender la situación de emergencia social que viven muchas familias.
  • En definitiva, confirma es posible hacer las cosas de otra forma. No admiten comparación con los de Rajoy.

(Toda la información en el portal de la Junta de Andalucía)

Las señales de Báñez

La ministra de Empleo ve señales para salir de la crisis. No sé dónde. Fátima Báñez tendrá puestas las gafas negras o tiene empañada la bola de cristal. Por desgracia, los datos conocidos no pueden ser más desesperanzadores: la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de este año ha arrojado la mayor tasa de paro de nuestra historia (superando por primera vez esa barrera psicológica del 25%) y, en el mismo periodo, la economía española decreció un 0,3%. Los propios números del Gobierno de Rajoy la contradicen: sus previsiones para 2013 nos sitúan en recesión con un crecimiento negativo del 0,5%, un pronóstico más que optimista, también desafortunadamente, porque todos los institutos nacionales e internacionales auguran un panorama mucho más sombrío.

Las señales a las que se aferra la ministra choquera tienen pinta de ser esotéricas. Ya se encomendó a la Virgen del Rocío para la solución del drama del desempleo. Con los indicadores de este mundo, este cohetazo no es más que la manifestación de un deseo que todos anhelamos pero que carece de sustento argumental. Una cosa es inyectar ilusión a una opinión pública alicaída y otra alimentar el engaño y, por consiguiente, multiplicar la frustración ya reinante. Con la que dieron los populares desde la oposición con los brotes verdes y ahora reinciden en el error ajeno sin la más mínima base y de espaldas a la opinión de todos los expertos.

Este tipo de desvaríos indican que, en términos políticos, la señora Báñez ha entrado en barrena, que cada vez que habla incrementa su descrédito, que va de tropiezo en tropiezo, que desde la reforma laboral no levanta cabeza y que en una hipotética crisis de gobierno ya no la salva ni la Blanca Paloma.

La atrocidad de los desahucios

El suicidio en Granada de un hombre justo antes de ser desahuciado ha provocado otro nuevo aldabonazo sobre nuestras conciencias. Un zamarreón de indignación agravado por la insensibilidad del Consejo General del Poder Judicial rechazando el informe de siete magistrados sobre el injusto e inmoral sistema legal de desahucios en España. El documento no puede ser más esclarecedor: nos regimos por una legislación anacrónica y desfasada (data de 1909), plantea una reforma a fondo del marco jurídico frente a las ejecuciones hipotecariasse, censura las malas (incluso perversas) prácticas de los bancos y se sugieren ayudas para las familias afectadas.

El estudio recomienda «soluciones excepcionales» para afrontar la «situación excepcional» que atraviesa nuestro país. Se pone el foco en los abusos del sector financiero y su profunda ceguera ante este drama social. Con 350.000 desahucios en cuatro años, no cabe más dilación en tomar decisiones que dejen de profundizar en la angustia de muchos ciudadanos que, además de perder el empleo, han perdido o pueden perder sus casas. Mientras que el Gobierno de la nación, con el dinero de todos, sale al rescate de los bancos, éstos no dejan de apretar el dogal a sus clientes que no pueden hacer frente a los pagos.

Los redactores del informe hacen propio lo que marca el sentido común y el clamor de la inmensa mayoría de los ciudadanos: «El punto de partida debe ser extender al cliente sobreendeudado (obviamente siempre que lo sea de buena fe) una parte de los beneficios y ayudas que la banca recibe del Estado«. Los magistrados endosan a los banqueros la responsabilidad de la situación por la «ligereza» en la concesión de créditos «sin valorar las posibilidades reales del deudor«. Ya no puede dilatarse más en el tiempo la dación en pago para saldar la deuda contraída. No se justifica más demora salvo que se quiera engordar la cuenta de resultado de los bancos. Siendo importante ese paso quizá sea ya insuficiente. Se podría avanzar más de acuerdo con estos magistrados: la fijación de una moratoria en el pago de las hipotecas en función de circunstancias graves (desempleo, enfermedad o desgracias familiares).

Voy más allá (esto es de cosecha propia): la obligada refinanciación de la hipoteca cuando se haya cubierto más del 50% de la misma y no se pueda cumplir con el pago de la cuota mensual. Hace unos días se produjo un caso sangrante: una familia tuvo que abandonar su hogar por impago cuando sólo le quedaban 12.000 euros de hipoteca y habían desembolsado ya unas cantidades importantes.  Mucho años pagando y un esquinazo de la vida te deja además sin techo. Y sin ninguna solidaridad por parte de una entidad financiera que ya ha cubierto con creces los riesgos del préstamo concecido. No es de extrañar que con tanta avaricia de los bancos la gente esté enardecida. Hay que parar tanta injusticia.

Amor


AMOR
María Victoria Atencia

Cuando todo se aquieta
en el silencio, vuelvo
al borde de la cuna
en que mi niño duerme
con ojos tan cerrados
que apenas si podría
entrar hasta su sueño
la moneda de un ángel.

Dejados al abrigo
de su ternura asoman
por la colcha en desorden,
muy cerca de sus manos,
los juguetes que tuvo
junto a sí todo el día,
ensayando un afecto
al que ya soy extraña.

Quien a mí estuvo unido
como carne en mi carne,
un poco más se aparta
cada instante que vive;
pero esa es mi tristeza
y mi alegría un tiempo,
porque se cierra el círculo
y él camina al amor.

Periodismo de partido

La tendenciosidad es la carcoma que corroe al periodismo actual. Los medios de comunicación juegan un papel esencial en las sociedades democráticas: el rol de notario de la actualidad entre gobernantes y ciudadanos con la verdad como eje ineluctable de su actividad, lo que el profesor Lorenzo Gomis conceptuó como el papel de mediación. Sin embargo, la neutralidad, el equilibrio y la deontología brillan por su ausencia en más ocasiones de las debidas en el quehacer periodístico actual. Las cabeceras (no todas, por suerte) declinan en ese deber sagrado de informar y comentar lo que acontece, actuando como juez y parte, no como mero observador. Así, el medio se convierte en un actor político activo en el espacio público. Hace unos años ya escribí un artículo en la revista universitaria Ámbitos (Los medios toman partido) sobre la parcialidad que predomina en los productos informativos.

Esta mañana me he topado con unos de esos ejemplos que me apenan por la deriva sectaria que se percibe en la profesión. ABC de Sevilla arremete con dureza contra el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, por asistir a una cooperativa de Lora del Río (Sevilla) con motivo del comienzo de la temporada de cítricos. En portada y en páginas interiores el enfoque no puede ser más ácido: «Queda inaugurada esta naranja». Me reconforta un periodismo de denuncia, exigente y severo contra todos y contra todo, sin importar el signo político o ideológico de la institución, la organización y el colectivo del que se trate. Cuando se aplica la doble vara de medir, la contundencia contra el adversario y la benevolencia contra el afín, el periodismo se convierte en una suerte de actividad panfletaria. Esta misma semana, el jefe de la oposición andaluza, Juan Ignacio Zoido, y la presidenta manchega y número dos nacional del PP, María Dolores de Cospedal, visitaban una fábrica cárnica en Málaga y no se le hacía desde este medio la misma lectura.

Otro ejemplo significativo de cómo se reparten cañas y lanzas en el diario de Vocento: la virulenta reacción de este periódico a las críticas irónicas del PSOE a una visita de Mariano Rajoy y Javier Arenas a una fábrica de quesos en Grazalema (Cádiz) en 2009. Las palabras de un dirigente socialista tirando de sarcasmo recibieron una dura reprimenda por los editorialistas de ABC. Si lo que hizo González Cabaña entonces era demagogia, lo que nos ofrece hoy este medio se podrían catalogar de la misma forma… aplicando idéntico rasero.

Entrevista con fondo

El presidente de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, se ha convertido en una referencia dentro del PSOE. No sólo por estar al frente de la comunidad más poblada y de la federación socialista más poderosa. Se ha erigido en una voz indispensable dentro del panorama político e institucional español porque demuestra visión de estado, acumula una amplia experiencia, tiene ideas claras y profundo conocimiento de los temas, sabe cuál es su papel en cada momento y derrocha la humildad para admitir equivocaciones. Todo ese enorme activo lo ha puesto sobre la mesa durante una entrevista con Pepa Bueno en el Hoy por Hoy, de la Cadena Ser. Os dejo el contenido íntegro de la misma (haz click) y los principales titulares.

  • “Fue un error reformar la Constitución. Lo hicimos pensando que iba a garantizar el ahorro y lo único que ha garantizado es la especulación sobre la deuda de España. Nos equivocamos”. (Conocer más)
  • «La dación en pago está saldando una deuda a menos que queramos engordar los balances de los bancos». (Leer más)
  • “Me produce dolor que haya tantas personas que están impugnando permanentemente el dinero que se destina a cooperación internacional. Esta tragedia ofrece un buen momento para reflexionar”. (Leer más)

 

  • «El incremento del paro es consecuencia de la política de severa austeridad y recortes indiscriminados del gasto público y del impacto de la reforma laboral, que está facilitando mucho la destrucción de empleo». (Leer más)
  • “No veo condiciones para un congreso extraordinario del PSOE ni antes ni después de las elecciones catalanas”. (Leer más)

La diferencia

En Andalucía se está marcando la diferencia en la forma de enfrentar esta crisis. Es el espejo en el que se pueden mirar los progresistas del resto de España. En esta comunidad no se ha eliminado ningún derecho, se mantienen los servicios públicos, se apuesta por el empleo, se refuerza la protección social y se dialoga con la sociedad. Con esas credenciales, la Junta está preparando unos propuestos para 2013 que van a ser una alternativa progresista y de izquierdas al modelo impuesto por el PP basado en los recortes y el criterio del déficit como único elemento sustantivo para hacer política en España. Al gobierno que preside Pepe Griñán le preocupan las personas y garantizar todos y cada uno de sus derechos fundamentales. Esta mañana Griñán ha anunciado que las cuentas andaluzas incluirán un plan extraordinario de acción social, que estará dotado con 60 millones, y que irá destinado a los desempleados sin recursos y también a mujeres en riesgo de exclusión social por ser víctimas de la violencia de género. Se da respuesta a dos prioridades como son el empleo y la protección de las familias más castigadas por el drama del desempleo. Además, cuenta con otro instrumento ordinario para a las personas más desfavorecidas, el salario social, que cuenta con 64 millones de euros de presupuesto en este ejercicio. Rajoy y otras autonomías podrían tomar nota.

Excusatio non petita

Ha bajado María Dolores de Cospedal a darle oxígeno a Juan Ignacio Zoido como líder de la oposición andaluza. Un líder ni necesita reafirmarse ni que lo reafirmen. El líder es  y no tiene que hacer alardes para demostrarlo. A Zoido la tocado cubrir el hueco dejado por Javier Arenas y eso son palabras mayores en las huestes peperas. Tiene que dar carpetazo a 19 años de poder omnímodo de su antecesor y tomar de un partido hecho a la medida de éste. Las transiciones siempre son difíciles en las organizaciones políticas. Y más si el sustituido sigue en la arena política (no va con segundas) y el que llega no da la talla, se jacta de una sevillanía rancia y chovinista y se dedica a tiempo parcial a una tarea tan ingente como es la oposición en Andalucía.

Las palabras de la número dos nacional del PP más que una ayuda al alcalde hispalense suponen la confirmación de que en el seno de su partido en Andalucía hay un problema de liderazgo. Un problema alimentado por la propia indefinición de Zoido en su discurso público sobre su futura candidatura a la Junta y por su cantinela sotto vocce de querer sólo ser alcalde de la ciudad de la Giralda. Viendo a Cospedal apuntalando a Zoido, como ya expresé ayer en Twitter, me pareció oír a esos presidentes de equipos de fútbol que confirman a sus entrenadores en apuros horas antes de ponerlos en la calle al siguiente traspié. Las filas del PP están desconcertadas con la inconstancia y las lagunas demostradas por su nuevo jefe Zoido en su labor opositora, sobre todo por sus batacazos en el rifirrafe parlamentario con el presidente de la Junta, Pepe Griñán, y por la alargada sombra de un Arenas añorado por mucho de los suyos pero ya amortizado para la política andaluza. Oír a Cospedal se me asemeja a la excusatio non petita, ha venido a poner el dedo en la llaga del páramo en la que su partido está sumido ahora en esta comunidad autónoma.

El papel equilibrador de Andalucía

El contexto político al que nos enfrentamos tras las elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia nos ha de llenar de una razonable preocupación a los que creemos en el Estado de las Autonomías que se ha desarrollado durante estas más de tres décadas de democracia. El auge de las fuerzas nacionalistas constatado en estos comicios, la eclosión soberanista en Cataluña (ya veremos qué pasa en sus comicios de noviembre) y las posibles consecuencias sobre el Estado de las Autonomías nos obligan a estar muy atentos para que Andalucía no se quede atrás ante los movimientos que buscan cambiar el modelo actual basado en la igualdad y en la nivelación de servicios públicos fundamentales.

Andalucía, como sostiene el presidente Griñán, va estar muy involucrada en el debate nacional desde una perspectiva institucional y de defensa de su peso político, histórico y demográfico. Tiene que implicarse de lleno para garantizar soluciones de corte progresista y solidario, soluciones que refuercen el modelo social y el estado del bienestar. Los tirones de los nacionalistas pueden romper el equilibrio que supuso el 28-F en la configuración del Estado de las Autonomías. Las pretensiones soberanistas que predominan en Cataluña y País Vasco no pueden ser la coartada para conceder privilegios de financiación a estos territorios en detrimento de los demás. Ya hemos censurado manifestaciones de dirigentes del centralismo conservador y de los nacionalismos periféricos que plantean avanzar hacia un modelo de dos velocidades, con tres autonomías de primera (Cataluña, Euskadi y también Galicia) y el resto con menos capacidad de autogobierno, es decir, comunidades de segunda categoría.

En esta comunidad no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Como hicimos en 1980, nos opondremos con todas nuestras fuerzas a cualquier intento de modificación del modelo autonómico que conduzca hacia la desigualdad y la discriminación de ciudadanos en función del territorio donde vivan. La apuesta del Gobierno andaluz es avanzar hacia un estado federal basado en la cooperación, la igualdad y la lealtad institucional. En ese proyecto cabemos todos y se refuerza el valor de España.

Tras el 21-O

No voy a poner paños calientes: el PSOE, mi partido, ha sufrido un tremendo batacazo tras las elecciones vascas y gallegas de ayer. El trabajo y las propuestas de los dos Patxis, López y Vázquez, no han calado en la ciudadanía. El 21-0 ha arrojado unos guarismos preocupantes para la principal fuerza de la izquierda española y nos aboca a una profunda reflexión de los mismos para encauzar el camino. La sociedad española debe tener la certeza de que los socialistas hemos tomado nota de este segundo toque de atención. (El primero e igual de contundente se produjo hace casi un año en las generales). Si no somos capaces de interpretar ese mensaje tan clarito de la ciudadanía, iremos de tropezón en tropezón. El primer análisis ha de partir de las dos federaciones afectadas por los comicios para luego abordar la situación, con serenidad y profundidad, en el ámbito federal. Quizá lo más recomendable sea esperar a que pase la siguiente cita electoral, las elecciones catalanas. El reto inmediato está ahora en el 25-N y en poner a todo el partido en defensa del proyecto del PSOE para desenmascarar a Mas.

Más allá de la lectura en clave socialista, la jornada electoral nos conduce a otro terreno que nos exige una mirada con rigor y tacto: el auge del nacionalismo. Es cierto que el PSOE perdió muchos votos en Galicia (exactamente 238.626), pero el PP agrandó paradójicamente su mayoría absoluta con 154.714 menos en las urnas, y sólo ha crecido el voto más nacionalista (la AGE de Beiras más el venido a menos BNG). En Euskadi, las fuerzas nacionalistas copan el 60% del voto mientras que los llamados constitucionalistas, PSE-PSOE y PP, se dejan atrás 122.414 sufragios, 106.173 los socialistas y 16.241 los populares. En esta convocatoria electoral, los dos grandes partidos estatales cuentan con 515.754 menos que hace cuatro años (la mayor parte del PSOE, aunque el bocado que ha cedido el PP no es pequeño tampoco), mientras que los partidos nacionalistas ganan más de 200.000.

Ante esta coyuntura política, suscribo las palabras del presidente de la Junta, Pepe Griñán: Andalucía no puede quedarse fuera del debate nacional porque el ascenso del nacionalismo puede poner muchas en cuestión y nos puede perjudicar si no estamos encima defendiendo nuestro derechos.

Foto.Íñigo Urkullu, presidente y candidato del PNV.