Condena desprorporcionada

Dos jóvenes van a ingresar en prisión antes del miércoles por haber gastado 850 euros de una tarjeta de crédito robada en 2008. No es la primera vez que salta una noticia de este tipo. Y tampoco es la primera vez que me indigna la contundencia de una sentencia (dos años y cuatro meses de cárcel) por un asunto relativamente menor. Si aplicáramos un fallo en proporción a los que han abusado de las tarjetas black en Bankia, les caerían centenares de años de privación de libertad. No quiero caer en la demagogia. Quien comete un delito, debe pagar por él. Pero la justicia ha de ser justa y equilibrada. Los hechos se remontan a hace siete años, cuando las chicas tenían 21 y 18 años, y no tienen otros antecedentes penales, no han vuelto a delinquir y han abonado las correspondientes indemnizaciones. Unas penas que se podrían sustituir por trabajo para la comunidad y no se les hacía pasar por semejante trance a dos mujeres insertadas en la sociedad, con trabajo y familia. Creo en un sistema de justicia que reinserte, como refleja nuestra Constitución, frente al inflexible modelo carcelario. Viéndolo desde fuera, y en función del reportaje que publica hoy El País, las condenas se me antojan desproporcionadas y su ejecución llega tarde, mucho tiempo después de la comisión de la infracción. Las jóvenes están pendientes del indulto. A ver qué pasa.

Reportaje de El País: A prisión por gastar 800 euros hace siete años con una tarjeta robada.

Una querencia tengo por tu acento…

UNA QUERENCIA TENGO POR TU ACENTO…
Miguel Hernández

Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.

¡Ay, querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.

Mordaza y censores

La libertad de expresión se ha devaluado en este país en las últimas horas. La aprobación de la ley mordaza supone un retroceso a tiempos oscuros y nos aleja de los países de nuestro entorno. Qué antiguo y qué de derechas es el Partido Popular. Estos más de tres años de gestión de Mariano Rajoy se resumen en recortes y más recortes de derechos y libertades. El texto sólo responde a sus prejuicios ideológicos y no a las necesidades y demandas de la sociedad española. Hoy nuestro país ofrece una imagen más sombría. No es de extrañar que recién aprobada la flamante ley de Seguridad Ciudadana está ya recurrida ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales. El PSOE rechaza el castigo como uso preferente y la instauración de un Estado Policial.

Y en esta línea de silenciar toda la crítica social se han conocido dos noticias que ejemplifican el carácter censor de la derecha. Lo llevan en su ADN. Mediaset, la empresa propietaria de Cuatro y Telecinco, ha destituido al periodista Jesús Cintora por presiones directas desde la Moncloa. No tienen bastante con la manipulación de los medios públicos, usando lo que es de todos para sus intereses particulares, sino que meten sus tentáculos en los privados. Está claro que al PP no le gustan las voces discordantes, las que no responden al argumentario que reparte a diario la gaviota mensajera. No parece tampoco muy democrática la instrucción de la dirección de RTVE restringiendo lo que difunden los empleados de TVE y RNE en sus perfiles profesionales de Twitter o Facebook. La corporación les prohíbe que publiquen cualquier tipo de noticia que no haya pasado antes el visto bueno del organismo oficial. Casualmente, esta orden coincide en el tiempo con la aprobación de ley mordaza. ¿Y dónde queda la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución? Pisoteada por los censores.

Que no venga Rajoy

Mariano Rajoy es el político peor valorado por los andaluces, según se constata encuesta tras encuesta. Aun así, el presidente del Gobierno ha capitalizado la campaña de su partido en las elecciones autonómicas y, como era de esperar, el PP ha recibido un severo castigo en las urnas. Al mal cartel de Rajoy se suman el rechazo a los recortes y el sufrimiento causado por las políticas crueles del Ejecutivo, el desprecio sistemático de la derecha hacia Andalucía y un candidato desconocido como Moreno Bonilla. Todo este cóctel da como resultado que el PP obtenga en esta tierra el menor respaldo ciudadano de los últimos 25 años. Los alcaldes populares han visto las barbas de Moreno Bonilla pelar y han puesto las suyas a remojar. Los regidores andaluces quieren una campaña sin romería de ministros y con su jefe Rajoy dedicado a otras comunidades autónomas. Saben que su presencia resta y se enfrascarán en una campaña propia, incluso relegando a la devaluada marca de la gaviota, en un intento desesperado de salvar los muebles. A ver cómo justifican ahora la ausencia de los miembros del Consejo de Ministros de las agendas electorales. Por la boca muere el pez…

Foto.El Confidencial.

Insultos en Plaza Podemos

Ya estamos acostumbrados a los insultos contra los andaluces desde las filas de la derecha. Vengan del PP (el último gracioso ha sido Monago) o de CiU (Duran i Lleida nos mira siempre por encima del hombro). A este triste ejercicio se han sumado algunos seguidores de uno de los partidos de nuevo cuño, Podemos, tras los resultados de las elecciones autonómicas del domingo pasado. En Plaza Podemos, el foro de debate de los simpatizantes de esta formación, se han deslizado improperios de todo tipo porque el 22 de marzo los ciudadanos de esta tierra apostaron de nuevo mayoritariamente por el PSOE. En ese espacio digital se nos ha llamado «tontos», «analfabetos», «paniaguados», «traficantes» y unos «cagaos». Lindezas de gente que dicen ser de izquierdas pero que presentan los mismos vicios que la derecha y que desde luego muestran muy poco respeto con la libertad de voto y con el resultado de la democracia en las urnas. La dirección de Podemos no se hace responsable de estos comentarios. No resulta suficiente: no basta con desentenderse, se echa en falta un rechazo más contundente de estas ofensas. No contribuye a la convivencia esta forma de actuar. Se requiere más mesura y tolerancia en este país.

Minuto de silencio

Minuto de silencio por el accidente aéreo en Los Alpes

Esta mañana he participado en el minuto de silencio celebrado a las puertas del Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, en memoria de las víctimas del accidente de avión ocurrido ayer en los Alpes franceses. A esta manifestación de solidaridad con los fallecidos y sus familias han asistido la presidenta Susana Díaz, otros cargos y trabajadores de la Consejería de Presidencia. Minuto de recuerdo a las víctimas de una tragedia que nos ha conmocionado a todos.

La derrota es huérfana

La victoria tiene muchos padres (o madres), pero la derrota es huérfana. El Partido Popular sufrió el domingo un severo castigo del pueblo andaluz y su candidato, tan arropado por Mariano Rajoy y una romería de ministros durante la campaña, tuvo que digerir en soledad el varapalo de las urnas. Ni uno solo de los salieron al rescate durante los días previos a las elecciones se presentó en la noche de autos. Un cariacontecido Juan Manuel Moreno Bonilla se comió en solitario un pésimo resultado electoral que sitúa al PP en el nivel de apoyo social de hace 25 años. El veredicto en las urnas ha encendido la luz de alarma en la sede nacional y en todas las autonomías. Lo dice hasta ABC, que no es sospechoso en esta materia. Los barones autonómicos no quisieron participar en la foto de la derrota en el comité ejecutivo nacional convocado ayer por Rajoy. Hicieron mutis por el foro, pero muchos de ellos, algunos con nombres y apellidos, trasladan en público  su preocupación. Mientras tanto, el presidente del Gobierno en su mundo paralelo sigue sin reaccionar y sus altavoces mediáticos no dejan de jalearlo para que salga del letargo. El voto de Andalucía es un aviso para un PP que ha hecho mucho daño a los españoles y el único que no se da cuenta es Rajoy.

PD.- Curioso que Moreno Bonilla siga sin dar la cara ante los periodistas casi 72 horas después de las elecciones. Ha dado dos discursos sin admitir preguntas. Los informadores han aceptado este rehúse sin rechistar. El periodismo no es lo que era.

Análisis del 22-M

Ayer hablaron los ciudadanos de Andalucía y su voz se oyó alta y clara. Las elecciones autonómicas han supuesto una victoria clara y rotunda del PSOE en esta comunidad. Os dejó mi análisis en pinceladas de urgencia.

Susana Díaz es la ganadora de las elecciones. Con ella, los socialistas recuperan el primer puesto y lo que es más importante: la confianza mayoritaria de la gente con 47 diputados en la Cámara. El resultado es inapelable: 14 escaños y casi diez puntos sobre la segunda fuerza (PP) y 32 escaños y más de veinte puntos sobre la tercera (Podemos). El PSOE gana en siete de las ocho provincias, en 660 municipios (el 86% del total) y en el mundo rural y también en las zonas urbanas (15 de las 19 ciudades de más de 50.000 habitantes). Después de 33 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas, Susana Díaz ha sabido impulsar un tiempo nuevo y una forma de gobernar que rompe con la vieja política.

El gran perdedor de las elecciones es el Partido Popular. Los andaluces han dicho no una vez más a las recetas de sufrimiento y desigualdad que encarna el PP. Han salido derrotados su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, y también Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno asumió el protagonismo de la campaña, desplazó a su compañero del cartel electoral y, por tanto, el resultado y el fracaso son suyos. El PP ha obtenido el menor apoyo en 25 años y se han dejado en la gatera 17 escaños y medio millón de votos. Poca autocrítica se ha oído en sus filas después del descalabro. Se ha producido un cierre de filas artificial ante el desastre.

Los andaluces han frenado a Podemos. Consiguen entrar en el Parlamento con 15 escaños y un 14,8% de los votos. Este resultado está muy por debajo de lo que pronosticaban las encuestas y de lo que esperaban en la nueva formación política. Se queda en tercer lugar a mucha distancia del PSOE. Han reconocido desde la dirección nacional cierta insatisfacción por situarse por debajo de sus expectativas. Buena parte del electorado potencial ha identificado a Podemos con el radicalismo del Sindicato de Obreros del Campo, con Sánchez Gordillo y Cañamero, y se ha desencantado antes incluso de votarlos. La candidatura de Teresa Rodríguez no ha conseguido llegar al mundo rural.

Ciudadanos han entrado en el Parlamento con nueve escaños cuando hace apenas dos meses apenas si aparecían en los sondeos. Y lo ha hecho con la marca y con un candidato muy desconocido, Juan Marín. Este partido de nuevo cuño ha recogido el voto del desencanto del centro-derecha con el PP. Por primera vez desde hace 25 años, el PP pierde el monopolio en su espectro ideológico: le ha salido un competidor que le ha hecho un boquete en las zonas urbanas.

Izquierda Unida se hunde. De doce escaños pasa a cinco y se queda sin presencia en tres provincias. (Almería, Huelva y Jaén). No ha sabido rentabilizar su presencia en el Gobierno de la Junta, ha pagado sus coqueteos con la convergencia con otras fuerzas, especialmente Podemos, y ha realizado una campaña errónea en la definición de su adversario real. No han sido capaces de interpretar que iban al despeñadero pese a las alertas de todas las encuestas. Antonio Maíllo, su candidato, no han encontrado el registro para llegar a sus tradicionales votantes que se han ido a Podemos. Entre la copia y el original, la gente siempre prefiere lo segundo.

Mi olor a ti

MI OLOR A TI
Leopoldo Alas Mínguez

Toda mi ropa huele a cuando estabas.
Sería al abrazarte -no lo entiendo-
o que estuviste cerca y se quedó prendido.
Si arrimo mi nariz al hombro o a la manga, te respiro.
Al ponerme la chaqueta, en la solapa,
y en el cuello de un jersey que no abriga.
Aroma de placer, de feromonas,
de recostarme en ti mientras dormías.
Por mucho que la lave, mi ropa lo conserva:
es un perfume dulce que me alivia
como vestir mi carne con tu piel.
Y está durando más que mi recuerdo.
Tu rostro en mi memoria se disipa,
casi puedo decir que he olvidado tu cuerpo
y sigo respirándote en las prendas
que, al tiempo que me visten, te desnudan.
Pero la ropa es mía.
De tanto olerte en mí, tu olor es mío.
Tu olor era mi olor desde el principio,
fue siempre de mi cuerpo, no del tuyo,
de un cuerpo que lo tengo a todas horas
para quererlo entero como jamás te quise
y olerlo de los pies a la cabeza.
Es el olor de todas mis edades,
del niño absorto y puro,
del claro adolescente eléctrico y espeso,
de un joven con insomnio que soñaba
fantasmas del amor, y es también el olor
que al transpirar mis sueños dejaron en las sábanas.

Quién sabe tú a qué aspiras sin este efluvio mío,
sin mi esencial fragancia.
Estando en compañía, serás siempre la ausente
igual que si te fueras o no hubieras llegado.
Pues no olerás a nada, no dejarás recuerdo
ni podrás despertar auténtico deseo
ni embalsamar las yemas de los dedos
que un día te acaricien
con un perfume físico y concreto.
Serás para el olfato de los otros
como un espejo para los vampiros.
Y yo atesoraré con más fe que codicia
este perfume dulce de mi cuerpo
que descubrí contigo.
Si quieres existir, respíralo de nuevo.