Javier Maroto es una de las caras nuevas que Mariano Rajoy incluyó en su círculo de más estrechos colaboradores tras los malos resultados del Partido Popular en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Forma parte de ese elenco de nuevas caras elegidas para borrar el rostro cruel de un Gobierno que ha producido sufrimiento a la inmensa mayoría de los ciudadanos con recortes de derechos y libertades. Pues resulta que Maroto no encarna ese perfil amable y centrado que ahora intentan proyectar el equipo de propaganda pepera. En menos de una semana hemos pasado de un gesto de ruptura con el pasado y los tabúes de la derecha (la boda con su novio en presencia de la plana mayor de su partido) a otro autoritario e incompatible con la democracia.
El que fuera alcalde de Vitoria se permitió amenazar en directo al periodista Jesús Ruiz durante una entrevista en ‘Las mañanas de Cuatro’. Ante la insistencia del conductor del programa televisivo en conocer si estaba de acuerdo con la comparación del ministro del Interior sobre la guerra de las banderas en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona con lo vivido en Euskadi en los años duros de ETA, el dirigente popular le lanzó una amenaza en toda regla: «No reescriba mis palabras porque entonces vamos a tener un problema. Yo no he dicho que la situación en Cataluña y la que se vivió en el País Vasco es lo mismo. ¡No me reescriba porque entonces tendré que llamarle a la atención!”. No tiene buen encaje el teóricamente moderado Maroto. No son formas y muchos menos cuando ya rodó en ese programa la cabeza de Jesús Cintora por las presiones del PP. La derecha se cree que los medios de comunicación son suyos.