¿El moderado Maroto?

Javier Maroto es una de las caras nuevas que Mariano Rajoy incluyó en su círculo de más estrechos colaboradores tras los malos resultados del Partido Popular  en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Forma parte de ese elenco de nuevas caras elegidas para borrar el rostro cruel de un Gobierno que ha producido sufrimiento a la inmensa mayoría de los ciudadanos con recortes de derechos y libertades. Pues resulta que Maroto no encarna ese perfil amable y centrado que ahora intentan proyectar el equipo de propaganda pepera. En menos de una semana hemos pasado de un gesto de ruptura con el pasado y los tabúes de la derecha (la boda con su novio en presencia de la plana mayor de su partido) a otro autoritario e incompatible con la democracia.

El que fuera alcalde de Vitoria se permitió amenazar en directo al periodista Jesús Ruiz durante una entrevista en ‘Las mañanas de Cuatro’. Ante la insistencia del conductor del programa televisivo en conocer si estaba de acuerdo con la comparación del ministro del Interior sobre la guerra de las banderas en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona con lo vivido en Euskadi en los años duros de ETA, el dirigente popular le lanzó una amenaza en toda regla: «No reescriba mis palabras porque entonces vamos a tener un problema. Yo no he dicho que la situación en Cataluña y la que se vivió en el País Vasco es lo mismo. ¡No me reescriba porque entonces tendré que llamarle a la atención!”. No tiene buen encaje el teóricamente moderado Maroto. No son formas y muchos menos cuando ya rodó en ese programa la cabeza de Jesús Cintora por las presiones del PP. La derecha se cree que los medios de comunicación son suyos.

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Mordaza y censores

La libertad de expresión se ha devaluado en este país en las últimas horas. La aprobación de la ley mordaza supone un retroceso a tiempos oscuros y nos aleja de los países de nuestro entorno. Qué antiguo y qué de derechas es el Partido Popular. Estos más de tres años de gestión de Mariano Rajoy se resumen en recortes y más recortes de derechos y libertades. El texto sólo responde a sus prejuicios ideológicos y no a las necesidades y demandas de la sociedad española. Hoy nuestro país ofrece una imagen más sombría. No es de extrañar que recién aprobada la flamante ley de Seguridad Ciudadana está ya recurrida ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales. El PSOE rechaza el castigo como uso preferente y la instauración de un Estado Policial.

Y en esta línea de silenciar toda la crítica social se han conocido dos noticias que ejemplifican el carácter censor de la derecha. Lo llevan en su ADN. Mediaset, la empresa propietaria de Cuatro y Telecinco, ha destituido al periodista Jesús Cintora por presiones directas desde la Moncloa. No tienen bastante con la manipulación de los medios públicos, usando lo que es de todos para sus intereses particulares, sino que meten sus tentáculos en los privados. Está claro que al PP no le gustan las voces discordantes, las que no responden al argumentario que reparte a diario la gaviota mensajera. No parece tampoco muy democrática la instrucción de la dirección de RTVE restringiendo lo que difunden los empleados de TVE y RNE en sus perfiles profesionales de Twitter o Facebook. La corporación les prohíbe que publiquen cualquier tipo de noticia que no haya pasado antes el visto bueno del organismo oficial. Casualmente, esta orden coincide en el tiempo con la aprobación de ley mordaza. ¿Y dónde queda la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución? Pisoteada por los censores.