Líderes en dependencia

Andalucía se encuentra a la cabeza de toda España en atención a la dependencia, con unos datos que, a 1 de septiembre pasado, reflejan que tanto en solicitudes, como valoraciones, personas beneficiarias y prestaciones la comunidad autónoma andaluza rondan el 30 por ciento del total nacional, casi el doble de nuestro peso poblacional, situado en algo más del 17%.

El ranking es incontestable, no admite más que una lectura. En Andalucía se computan 222.000 prestaciones de un total nacional de 734.000, y las personas beneficiarias alcanzan las 171.000 de las 622.000 del conjunto del Estado español. Además, se está al frente de la tabla en servicios como el de teleasistencia, con 48.400 personas, el 64% del total nacional, y el de ayuda a domicilio, que se presta a más de 42.000 personas usuarias, el 52% de toda España.

Sin triunfalismos, pero con la satisfacción del trabajo bien hecho, estos guarismos oficiales demuestran que Andalucía, desde un principio, se ha comprometido con el desarrollo de la ley, un trabajo que se mantiene constante. Y aunque las comparaciones son odiosas, Andalucía ha incorporado al sistema de la dependencia el doble de personas que la Comunidad de Madrid o que la Comunidad Valenciana, y también ha duplicado el número de prestaciones concedidas en cada una de esas comunidades. Así se pone en evidencia quién sí y quién no está con el desarrollo de este cuarto pilar del estado del bienestar.

Amor de frutas

AMOR DE FRUTAS
Gioconda Belli

Déjame que esparza
manzanas en tu sexo,
néctares de mango,
carne de fresas.

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas,
te beso y todas las uvas sueltan,
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos,
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros.

Mi hombre de limones y duraznos,
dame a beber fuentes de melocotones y bananos,
racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.

Servicios a la comunidad

Hay datos que consuelan y que nos hacen albergar esperanzas. El 90 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años sancionados con servicios a la comunidad no reinciden. Siempre me han parecido ejemplares las sentencias del juez de menores Emilio Calatayud y una muestra del camino a seguir, al menos, para aquellas infracciones menores y faltas. Las cárceles, por desgracia, en la mayoría de los casos no ayudan a la reinserción. En este ámbito el modelo judicial anglosajón nos lleva mucha ventaja y ya va siendo hora que empecemos a recortarlas.

Gracias a una información del Grupo Joly, hemos podido conocer que el éxito de esta modalidad de sanciones radica en que las tareas encomendadas se ajustan al perfil de los infractores y se les somete a un control exhaustivo para que cumplan con su castigo social. Y resulta más interesante aún el hecho de que los jóvenes se sienten útiles y estimulados porque la sociedad no les da la espalda y tienen una segunda oportunidad.

Las encomiendas para pagar por sus errores van desde limpiar las pintadas que hicieron ellos mismos o incluso terceros, cuidar a enfermos de las unidades de lesiones medulares después de provocar un accidente de tráfico o atender a indigentes y ancianos. Son cometidos de interés social, alternativas pertinentes para restituir el daño provocado, y de camino se corrige el rumbo a esos chicos y chicas que están bordeando el precipicio. Ésta es la senda adecuada.

Factura en la sombra

Los usuarios tenemos, en líneas generales, una alta consideración del sistema público de salud en Andalucía, un afecto que no tiene su correlato en otras comunidades autónomas, como Valencia o Madrid, que lo han ido desmantelando en beneficio de la oferta privada. Pese a todo, muchas veces nos quejamos de los pequeños desajustes que se producen o de algún contratiempo y a lo mejor no alcanzamos a entender el valor que tiene un modelo público como el nuestro, casi sin parangón en los países más desarrollados del planeta, y no miramos con todo el afecto que se merece la atención que se nos presta con el esfuerzo de toda la sociedad a través de los impuestos.

Se va a poner en próximas fechas una iniciativa que va a suponer un aldabonazo a nuestras conciencias. La administración sanitaria facilitará a los pacientes una factura en la sombra con lo que cuesta al erario público esa consulta o tratamiento médico. No se pretende cobrar ni un céntimo sino recordar que la sanidad pública cuesta mucho, que su mantenimiento y altas prestaciones suponen un gran desembolso público. Esta medida, que se empezará a aplicar en el Hospital de la Costa del Sol y se extenderá paulatinamente a todo el sistema público, nos ayudará a valorar más si cabe ese gran patrimonio del que gozamos.

Así, la gente sabrá que una intervención quirúrgica de apendicitis cuesta 2.500 euros al Sistema Nacional de Salud, que la factura de un parto sin complicaciones asciende a 1.600 euros, que un escáner en urgencias supone 100 euros o que tratar una angina de pecho se eleva a los 2.600 euros. De esta forma, conoceremos el coste real de este servicio público que recibimos y, por tanto, que cualquier atención o estancia hospitalaria por mínima que se traduce en un gasto. El objetivo no es otro que sensibilizar a la ciudadanía para que no acuda al médico de forma indiscriminada, es decir, evitar las visitas y consultas innecesarias. Por ejemplo, más de 80% de las personas que acuden a Urgencias no necesitan ir.

La factura en la sombra se concretó el pasado mes de marzo entre el Gobierno de la nación y las comunidades autónomas como una de las medidas para contener el déficit. Actuando con responsabilidad, haciendo un uso adecuado del sistema, todos saldremos ganando.

Sevilla, una ciudad por la paz

Casi un millar de sevillanos nos juntamos anoche en la Torre de los Perdigones unidos por una causa muy noble: la paz en el planeta. El Proyecto Avalon eligió Sevilla para celebrar el Día Internacional de la Paz y a favor del fin de las guerras y la violencia mundial. El acto consistió en la creación de un gran símbolo de la paz, el archiconocido icono hippy, con antorchas iluminadas, la primera de las cuales fue encendida por la activista Jan Rose Kasmir, la chica cuya imagen con 17 años recorrió el mundo en las movilizaciones pacifistas contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos. La convocatoria fue muy superior a la mejor de las previsiones, muchas familias, muchos jóvenes y también el candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, un político con sensibilidad y compromiso.

El material gráfico es de Carmela Gálvez (el símbolo de la paz y Jan Rose Kasmir y Espadas), excepto la fotografía inferior de Marc Riboud, que muestra a Kasmir en la protesta ante el Pentágono en 1967.


Una huelga que ensucia Sevilla

Vaya por delante mi respeto más absoluto a los convocantes del paro general del 29 de septiembre. No comparto sus argumentos ni considero que sea el momento oportuno para una movilización de estas características. Sin embargo, les asiste el derecho constitucional a la huelga, a manifestar públicamente sus discrepancias con las medidas adoptadas por el Gobierno de España, algunas muy dolorosas pero imprescindibles, para frenar el déficit público, mejorar la situación del país ante los mercados financieros y apuntalar los síntomas de recuperación económica y propiciar la creación de empleo. Ésas son las reglas del juego democrático y no tengo nada que objetar. Libertad y consideración cívica tanto para el que quiera secundar la protesta como para el que opte por cumplir con su jornada laboral como si de cualquier otro día se tratase.

No me parece tan edificante, en cambio, la recuperación de viejos métodos de propaganda y convocatoria de la huelga porque dejan una huella indeleble de suciedad en nuestras ciudades. Concretamente Sevilla, y supongo que no será un caso aislado, está repleta de pintadas y carteles en espacios y mobiliario públicos y en inmuebles privados. Pese a las nuevas formas de comunicación en la red y la abundante publicidad pagada en medios tradicionales, especialmente en radio, que están utilizando los patrocinadores del 29-S, algunos se han armado de aerosoles y cubos de cola ensuciando una ciudad cuya principal industria es el turismo, afeando la fisonomía de un municipio ya de por sí vilipendiado por tanto maniático del garabato insulso y sin sentido.

Me molesta sobremanera esta falta de afecto y miramiento por lo que es todos o por lo que es propiedad de personas con nombres y apellidos, incluso por el daño causado al intangible valor de la marca Sevilla cara al exterior. No sé cómo reaccionarían éstos que aprovechan el anonimato de la noche para pintarrajear fachadas, plazas públicas y elementos de decoración de la ciudad si a cualquiera le diera por plantar una proclama reivindicativa en su vehículo particular. Seguramente se acordaría de la familia del autor de la fechoría. Cualquier ciudadano ha de velar y cuidar de los bienes públicos y privados. Es una simple cuestión de civismo.

No me vale la excusa de que en la guerra (sindical) todo vale para conseguir los objetivos. Compañeros y compañeras, parafraseando el lema del 29-S, así no. Esos excesos los sufrimos y los pagamos todos.

Fotos.- Dos de los muchos ejemplos de mi barrio: Esquina de las calles María Coronel y Bustos Tavera (arriba) y calle Regina (abajo).

La derecha calienta el 29-S

No es casualidad. Esperanza Aguirre salió en avanzadilla poniendo precio a la cabeza de los liberados sindicales. Ahora, como por ensalmo, todas las autonomías gobernadas por el Partido Popular ponen unos elevados servicios mínimos para la huelga general con las miras de atizar el conflicto con los sindicatos. La estrategia del Partido Popular pasa por calentar la huelga general del 29-S para convertir el país en un caos. Desde las filas conservadoras se está alimentando un fuego en clave de interés partidista usando a los convocantes del paro como catalizadores de sus objetivos. Saben que poniendo dificultades y generando el enfado de las centrales se armará más ruido y será mayor el potencial desgaste sobre el Gobierno que sufrirá la movilización. Es una jugada tan maquiavélica como cobarde, en cierto modo no es más que tirar la piedra y esconder la piedra, espolear a otros para que le hagan el trabajo sucio. Sería mucho más decente sumarse al paro general de frente y no recurrir a artimañas o maniobras soterradas para continuar su campaña de acoso y derribo contra José Luis Rodríguez Zapatero.

Benditas ‘rapadas’

No me entra en la cabeza que alguien se moleste porque la Junta de Andalucía indemnice a las mujeres represaliadas por el franquismo, las popularmente conocidas como ‘rapadas’. Esa insensibilidad no parece lógica ni razonable con unas víctimas inocentes del aparato represor victorioso del golpe de estado de 1936, unas mujeres que sufrieron vejaciones, maltratos y abusos por el simple hecho de ser familiares de izquierdistas y republicanos.

La salida en tromba de la derecha más rancia y de un coro de acompañamiento mediático desaforado (titulares de portada como el de ayer de El Mundo suponen una agresión intolerable) no se justifica con una medida simbólica de reparación de una injusticia histórica, que no busca reabrir heridas, sino cicatrizar un pasado doloroso desde la solidaridad. El objetivo no es la indemnización económica sino la restitución moral de las humilladas.

Cuando el Partido Popular considera este gesto «vomitivo» sólo demuestra que sigue estando a años luz del centro, que aún no ha superado sus complejos históricos. O dicho de otra forma: que sigue siendo muy de derechas y por eso reacciona con acritud y virulencia contra medidas de justicia social.

Zoido o la ausencia de rigor

Si todas las denuncias que hace Juan Ignacio Zoido, el YA! aspirante del PP a la Alcaldía de Sevilla, tienen el mismo rigor, menudo bluf ha elegido la derecha para recuperar el bastón municipal en su cuarta tentativa desde 1999. Antes de meterse en un berenjenal, conviene estudiar el terreno si se quieren evitar sorpresas desagradables o meteduras de pata colosales. Como el juez en excedencia va sobrado y se siente alcalde antes de que lo voten los ciudadanos, no ha perdido el tiempo en profundizar en la realidad y ha entrado como elefante en cacharrería en las obras en los centros educativos de la capital andaluza.

Zoido ha demostrado un profundo desconocimiento del mapa educativo sevillano. Por no saber, ignora hasta el número de colegios públicos de la ciudad. Ha hablado de 84 y no se ha equivocado ni en uno ni en dos, sino que se ha olvidado de 34. Son 118 las escuelas públicas de Sevilla. Si cuando un político que se las quiere dar de solvente comete semejante yerro, el resto de su crítica se diluye como un azucarillo, se desvanece como el humo.

Entrando en harina, el Ayuntamiento de Sevilla ha realizado un ingente esfuerzo presupuestario en los últimos tres años, una apuesta por la escuela pública con una inversión que no tiene parangón. Un plan de remozamiento que se ha llevado a cabo de común acuerdo con la comunidad educativa. En la actualidad, están en obras 30 colegios y no 41 como señalaba Zoido. Unas reformas que no están afectando a las aulas, con lo que se desarrolla con normalidad las actividades lectivas, sino a aseos, patios y otras instalaciones, y cuyo plazo de finalización es el 31 de diciembre. En 16 de esas escuelas los trabajos están prácticamente terminados. Se han acometido obras de tal envergadura que requieren un tiempo superior al periodo vacacional, pese al gran esfuerzo realizado este verano.

Ni la inversión destinada ni el volumen de las actuaciones tienen valor para el PP, como siempre más preocupado en destruir, en crear confusión y en generar alarmas injustificadas. En esta ocasión, y no es la única, Zoido se ha tirado a una piscina con muy poca agua. Políticamente se ha roto la crisma en este chapuzón de demagogia y de denuncia sin argumentos. A un juez en excedencia que aspira a ser alcalde se le pide algo más de compostura y capacidad.

Mientras que en Sevilla y en Andalucía se invierte en la educación pública, allá donde gobierna el PP se cierran colegios, se reduce la plantilla de profesores, se rebaja la oferta de plazas de guardería… Ésa es el verdadero programa del PP en materia social y educativa.

Foto.El Correo de Andalucía.

Merece la pena

MERECE LA PENA
Luis García Montero

(Un jueves telefónico)

Trirt el qui mai no ha perdut
per amor una casa
Joan Margarit

Sobre las diez te llamo
para decir que tengo diez llamadas,
otra reunión, seis cartas,
una mañana espesa, varias citas
y nostalgia de ti.

Sobre las doce y media
llamas para contarme tus llamadas,
cómo va tu trabajo,
me explicas por encima los negocios
que llevas en común con tu ex-marido,
debes sin más remedio hacer la compra
y me echas de menos.
El teléfono quiere espuma de cerveza,
aunque no, la mañana no es hermosa ni rubia.

Sobre las cuatro y media
comunica tu siesta. Me llamas a las seis para decirme
que sales disparada,
que se queda tu hijo en casa de un amigo,
que te aburre esta vida, pero a las siete debes
estar en no sé dónde,
y a las ocho te esperan
en la presentación de no sé quién
y luego sufres restaurante y copas
con algunos amigos.
Si no se te hace tarde
me llamarás a casa cuando llegues.

Y no se te hace tarde.
Sobre las dos y media te aseguro
que no me has despertado.
El teléfono busca ventanas encendidas
en las calles desiertas
y me alegra escuchar noticias de la noche,
cotilleos del mundo literario,
que se te nota lo feliz que eres,
que no haces otra cosa que hablar mucho de mí
con todos los que hablas.

Nada sabe de amor quien no ha perdido
por amor una casa, una hija tal vez
y más de medio sueldo,
empeñado en el arte de ser feliz y justo,
al otro lado de tu voz,
al sur de las fronteras telefónicas.