Filibusterismo

No todos los partidos son iguales y en materia de financiación de sus actividades, tampoco. Si la comisión de investigación que ha impuesto el PP en el Senado con su mayoría absoluta era ya un desvarío, el listado aprobado de comparecientes, sin ningún representante pepero pese a los infinidad de casos de presunta corrupción que los acorrala, la hace doblemente infumable. Esta comisión no es más que una pataleta del partido que sustenta al Gobierno por la que investiga sus dopajes electorales y sus sobresueldos en el Congreso de los Diputados. La respuesta del PP es falaz y mezquina. Ninguna de las restantes formaciones políticas tiene ni de lejos el historial de asuntos turbios en los juzgados. Sólo pretenden hacer ruido y desviar la atención con esta pantalla para tapar sus vergüenzas. Se creerán que con estas maniobras arteras engañarán a los ciudadanos y lo que demuestran es una burla a la inteligencia colectiva. Define el diccionario de la Real Academia esta acción propia de piratas como filibusterismo o obstruccionismo parlamentario. Lo clava.

Foto.El Confidencial. El ex tesorero del PP Luis Bárcenas, esta semana durante su comparecencia en el Congreso.

Caprichos del destino

El destino, siempre caprichoso, ha querido que el Partido Popular celebre el primer aniversario de su victoria en las elecciones repetidas el mismo día en que Luis Bárcenas, «Luis, sé fuerte», tenía que comparecer en la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP. El ex tesorero se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar en su contra, a guardar silencio, una actitud de autodefensa que sus ex compañeros de filas habrán visto como un gesto de fortaleza, en la línea del SMS que en su día le mandó Mariano Rajoy en plan colega. La fiesta pepera no ha dado para mucho por el panorama que se cierne sobre ellos en los tribunales y en la Congreso de los Diputados. Ganaron sí, y con más votos y más diferencia sobre el resto que seis meses antes, pero la pregunta que nos hacemos todos es cómo la gente le dio más apoyo con la losa de asuntos turbios que llevan sobre sí. Los comicios del 26 de junio depararon además un escenario con mayoría de la derecha y ninguna opción desde la izquierda. Toda una paradoja democrática con la que ha liado el PP no sólo con sus tejemanejes, también con sus políticas crueles de recortes. El veredicto de las urnas es inapelable, pero a veces da que pensar.

Sin plasma

Finalmente Mariano Rajoy tendrá que declarar en persona en el juicio de Gürtel el próximo 26 de julio. Los jueces han descartado la petición del presidente del Gobierno de hacerlo por videoconferencia, desmontando sus argumentos peregrinos para esconderse tras el plasma. Intentaba Rajoy zafarse del mal trago aduciendo la distancia y la falta de seguridad de la Audiencia Nacional. Paupérrimas razones para no dar la cara. Y como cualquier ciudadano tendrá que comparecer en la vista oral para contar lo que sepa. Acude como testigo y tiene la obligación de decir la verdad. Y no sólo eso, sino el deber ético y democrático de hacerlo. La decisión judicial ha caído como un jarro de agua en Moncloa y en la calle Génova y, por primera en democracia, un presidente en activo tendrá que declarar, eso sí como testigo, en una causa penal. Una causa que es uno de los muchos casos de presunta corrupción que acorralan al PP. Esa imagen del 26 de julio será de primera plana y hará mella en la ya muy devaluada reputación del partido de la gaviota.

Viñetas.- Miki&Duarte, en el Grupo Joly; Ricardo, en El Mundo; y Peridis, en El País.

Un fiscal en apuros

El fiscal jefe anticorrupción, Manuel Moix, estaba más que tocado tras su papelón en la Operación Lezo, la investigación judicial que ha llevado a prisión preventiva, entre otros, a Ignacio González, ex presidente de la Comunidad de Madrid y hombre de confianza de Esperanza Aguirre. Ya se pidió su dimisión o destitución fulminante tras la denuncia de sus subordinados de injerencias y obstáculos para que no pudieran realizar su labor investigadora de este caso de corrupción en la esfera del PP. Se atrincheró en su puesto con la aquiescencia del Gobierno de la nación y muy particularmente del ministro de Justicia, Rafael Catalá. Pues si su cabeza pendía de un hilo, hoy se ha conocido una noticia que lo pone de nuevo en el filo del precipicio. El diario Infolibre ha descubierto que Moix es propietario del 25% de una empresa de Panamá desde el año 2012. Este medio ha intentado hablar con el fiscal durante una semana para conocer su versión, incluso le envío un burofax, y éste dio la callada por respuesta. En cambio, a través de otro medio digital, Moix ha ofrecido su versión con inexactitudes y falsedades. Dice en su descargo que no ha podido disolver la empresa por problemas económicos de sus hermanos. Y estamos hablando de una 400 euros a escote. Si ya es inasumible que tenga una empresa offshore un representante del ministerio público, las explicaciones no tienen ya ni un pase. No por este último capítulo, sino por todo lo que arrastra, Moix no puede seguir ni un minuto más en su puesto. Él no piensa dimitir y el Gobierno mirará al tendido. ¡Qué país!

Foto.eldiario.es. Moix e Ignacio González.

Serlo y parecerlo

Fue apartada de juicios contra el PP por su proximidad al partido de la gaviota y ahora la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial la elige para presidir la Sala de lo Penal de la Audencia Nacional. Concepción Espejel, Concha para su amiga María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, ha sido elegida para el puesto pese a optar otros compañeros con mayor experiencia, credenciales y apariencia de imparcialidad. En el CGPJ se ha votado en función de la ideología más que de la ideoneidad. De esta forma, se pone a dirigir la Sala por la que pasarán parte de los casos de corrupción que acosan al PP a una persona sobre la que pesa esta losa. Y la sospecha parte de una institución como la Fiscalía Anticorrupción. En 2015 consideró probada la relación de Espejel con el PP y planteó que tanto ella como Enrique López, que presidirá ahora la Sala de Apelaciones, no podían formar parte de tribunal del juicio de Gürtel. La conclusión del Ministerio Público no podía ser más contundente: «Un observador objetivo tendría razones para dudar de la imparcialidad». En 2016 también quedaron excluidos de la vista que se encargaría de la financiacion irregular del PP. Por dos veces ambos magistrados han sido apartados de causas en las que se investigaban asuntos turbios del PP. Hoy Rajoy cuenta con dos presuntos carcerberos en sitios estratégicos con la agenda judicial que tiene por delante su partido. Como nos ha demostrado la operación  Lezo, la derecha tiene demasiados tentáculos que obstaculizan la independencia del poder judicial.

Fotos.Cadena Ser. López y Espejel.

El numerito (II)

Lo clavan. Los humoristas gráficos descubren la trampa que encierra la moción de censura anunciada por Podemos. La pantomima de Pablo Iglesias se resume en tres ejes: una nueva demostración del ego desbordante del líder de la formación morada, el intento fallido de entrometerse en las primarias del PSOE (los socialistas han despachado con no rotundo el envite fullero de Iglesias) y el balón de oxígeno para un Rajoy y un PP acorralados por la corrupción al distraer Podemos la atención con falsas expectativas. Pablo, artista, te has lucido.

Viñetas.- Miki&Duarte (Grupo Joly), Bernardo Bergara (eldiario.es), Gallego&Rey (El Mundo) y Peridis (El País).

¿Corrupción institucional?

El vendaval de la corrupción ha adquirido dimensiones de tsunami en el Partido Popular. La operación Lezo, por la que está en prisión Ignacio González y ha provocado la tercera dimisión en cinco años de Esperanza Aguirre, se suma a la larga de ristra de casos (Gürtel, Bárcenas, Púnica, Rato, Bankia, Brugal, Taula, Emarsa, Palma Arena…) que no sólo afectan a la dirección nacional sino a las de Madrid, Comunitat Valenciana, Murcia o Baleares. En todos escándalos se investiga la presunta financiación ilegal del PP y el enriquecimiento de ilustres representantes de la derecha patria. Si es gravísimo el uso y abuso del dinero público para el beneficio particular, no le anda a la zaga lo que hemos conocido en el transcurso de la operación Lezo sobre penetración del PP en distintas instancias para controlar los resortes del Estado, unas maniobras que suponen una adulteración de la democracia y un ejemplo nítido de corrupción institucional. Han trascendido cosas inaceptables que exigen explicaciones urgentes e incluso dimisiones.

  • El intento del fiscal jefe anticorrupción de boicotear el trabajo de los fiscales del caso frenando registros claves para el esclarecimiento del caso.
  • La reunión del número dos del Ministerio del Interior, José Antonio Nieto, en la propia sede institucional con el hermano de Ignacio González cuando la investigación judicial estaba ya en curso.
  • La confesión del juez Velasco reconociendo que se le está haciendo vida imposible y por eso pide irse.
  • La decisión del magistrado de poner micrófonos ocultos en el despacho del ex presidente de Madrid porque los investigados estaba recibiendo avisos del pinchazo de sus teléfonos.

Todo esto sitúa al PP ante un necesario ejercicio de refundación y al Estado en la obligación de cortar todos los tentáculos con los que el partido de Rajoy podría estar vulnerando las reglas del juego democrático.

Viñeta.- Miki&Duarte, en el Grupo Joly.

De susto en susto

El Partido Popular no gana para sustos. Se estaba relamiendo las heridas por la citación de Mariano Rajoy como testigo en el caso Gürtel cuando se pone en marcha una operación contra la corrupción que acaba con la detención del ex presidente madrileño Ignacio González y diez personas más. El juez pretende desentrañar un catálogo de graves delitos por presunto desvío de muchos millones de euros públicos a través la empresa Canal de Isabel II. Lo del PP en Madrid es una charca con mucho fango, con grandes escándalos como Gürtel, Púnica.. y ahora se suma otro caso más: la operación Lezo. Desde el año 2003, cuando Esperanza Aguirre tomó el poder al asalto gracias al tamayazo, han desarrollado una gestión bajo sospecha cuyas excrecencias que estamos conociendo ahora. De momento, los dos hombres de confianza de Aguirre están bajo la lupa de la justicia: Francisco Granados, en prisión y González, detenido esta mañana. La pregunta es: ¿Cuándo asumirá responsabilidades políticas la ex presidenta? Ya son muchos sapos que tragar para esta charca. Todo lo que se investiga ocurrió durante sus mandatos. Mucho está tardando.

Y en la sede nacional de la calle Génova la preocupación ha aumentado varios grados, casi hasta la ebullición. Ya estaban noqueados por la citación de Rajoy y de buena mañana otro marrón. Es la primera vez que un presidente de Gobierno en activo en lo que llevamos de democracia ha de testificar ante los tribunales. Mucho ha tardado Rajoy en tener que dar explicaciones sobre los tejemanejes de Correa y su banda dentro de su partido. Hasta ahora ha ido esquivando ese mal trago y eso que el político gallego ha sido alto dirigente del PP en todo el tiempo que se investiga. Ya no se puede esconder más detrás del plasma. Tiene la obligación de decir toda la verdad de ese periodo turbio y responder a todas las preguntas. Rajoy debe colaborar con la justicia y decir todo lo que debe saber. Resulta impensable que no conociera lo que estaba pasando cuando, según se desprende de la instrucción judicial y de lo publicado en los medios de comunicación, fue el mandatario popular que recibió más sobres de la mano de Bárcenas. Y no olvidemos el famoso ‘Luis, sé fuerte’ o el disco duro machacado a martillazos. Por tanto, es más que lógica su presencia ante la Audiencia Nacional y el PP sólo se rasga fatuamente sus vestiduras. Se han de limitar a aceptar la decisión judicial. Les guste o no.

Viñeta.– Ricardo, en El Mundo.

Responsabilidades

En la semana que hemos visto el esperpento de la oposición en Andalucía, con el PP a la cabeza, pidiendo responsabilidades políticas por los cursos de formación, una gran farsa urdida por los peperos y que se ha desmoronado en los tribunales de justicia, conocemos que nueve empresarios reconocen que han financiado ilegalmente al partido de Mariano Rajoy y Francisco Camps en dos campañas electorales. Los empresarios admiten el delito para rebajar sus posibles penas. Con este acuerdo entre la Fiscalía y las partes, se certifica que el PP acudió dopado a las urnas al menos en esas dos ocasiones. Esta es la gran diferencia entre el caso de formación en Andalucía y la fosa séptica de la Gürtel. Tanto la instrucción judicial como la comisión de investigación parlamentaria han concluido que no ha habido menoscabo de fondos públicos en Andalucía. La magistrada archiva la pieza política concluyendo que no hay delito. Sin embargo, el PP, con el cinismo que rezuma por sus poros, pide responsabilidad política casi hasta para los ordenanzas de la Junta. Cazada la derecha en su mentira, sigue en su huida hacia adelante para hacer daño indecentemente a personas honestas e íntegras. Sólo pretende aniquilar socialmente a sus adversarios políticos. Siguiendo su esquema, pero en este caso con la constatación y la gravedad del delito, ¿tendría que asumir Rajoy su responsabilidad política al haberse financiado el PP de manera irregular? ¿O por haber nombrado a un tesorero que está siendo juzgado por la contabilidad B del PP y que repartía sobres a toda la cúpula del partido con billetes de origen turbio? ¿O por tener a su partido sentado en el banquillo en calidad de partícipes a título lucrativo de las andanzas de Bárcenas? Que empiecen a actuar con coherencia, si no es mucho pedir. Resulta obsceno ver siempre el PP queriendo disimular la gran viga que nubla su propio ojo.

Foto.El Mundo. Camps y Rajoy, en uno de esos actos montados con dinero ajeno.

¡Ay, Arenas!

Nos hemos desayunado una noticia de El Mundo que relaciona al veterano Javier Arenas con los casos de presunta corrupción de Jaume Matas investigados por la Justicia. Lleva este diario un par de días avanzando el pacto que pretende alcanzar el ex presidente balear con la Fiscalía para evitar más prisión a cambio de ofrecer información sobre la larga ristra de asuntos turbios que tiene pendientes. El periódico, que está dosificando la información en entregas, ya había anunciado que un dirigente de los gordos de la dirección nacional del Partido Popular se vería implicado por sus revelaciones. Hoy ya lanza en portada el nombre de Arenas como la persona que le organizó a Matas una reunión con el ex tesorero Álvaro Lapuerta para el «amaño», según se dice en la información, del concurso para construir el gran hospital público de las islas. El señalado lo niega todo. Llevaba un tiempo relegado en una discreta segunda fila y vuelve al primer plano de la actualidad con una acusación cuando menos inquietante. Será Matas el que tendrá que demostrar lo que dice pero al político andaluz se le ha colado una china en el zapato. Veremos en qué acaba esta huida hacia adelante del ex presidente balear.