Patriotismo de conveniencia

La historia se repite y el Partido Popular vuelve a hacer gala de su carencia absoluta de visión de Estado. Se ha estado negociando en Bruselas el primer presupuesto de la Unión Europea de la era post-Brexit. La tensión era evidente entre los 27 países miembros y la cumbre ha acabado sin acuerdo para cubrir la falta de recursos que ha supuesto la salida de Reino Unido. España ha estado liderando el bloque de estados contrarios a la reducción presupuestaria. O lo que es lo mismo, haciendo frente a eventuales recortes en el reparto de fondos europeos, que fundamentalmente afectaría a la política agracia común. Holanda, Suecia, Dinamarca o Austria se niegan a incrementar su aportación a las cuentas europeas. El Gobierno de España ha defendido con firmeza en Bruselas nuestras posiciones, hay mucho en juego y hay que pelearlo.

Pero como ya ocurrió a mediados de los noventa del ciclo pasado, cuando Felipe González negociaba aumentar los fondos comunitarios para nuestro país y José María Aznar lo llamaba pedigüeño en su estrategia de asalto al poder, ahora el Partido Popular ha estado intentando torpedear con su discurso radical la labor negociadora del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la cumbre. En lugar de ponerse detrás del legítimo representante de España, el PP ha demostrado, una vez más, su irresponsabilidad y no ha sumado fuerzas a la causa española. Un lugar muy destacado en esta táctica cerril lo ha ocupado la Junta de Andalucía, que ante la debilidad de Pablo Casado ejerce de oposición al Ejecutivo de la nación olvidando que representa al conjunto de andaluces y andaluzas.

Cuando el PP pierde el poder se tira al monte y antepone sin escrúpulos su interés electoral al general de España, en un demostración impúdica de patriotismo de conveniencia. Si uno repasa los grandes pactos de Estado que se han alcanzado en este país se han producido por la generosidad y altura de miras cuando el PSOE está en la oposición. La lealtad que exige la derecha cuando está en la Moncloa no se la aplica cuando pasa a ocupar la bancada opositora. Si ya lo dijo el ex ministro Montoro antes de llegar al cargo en los primeros tiempos de la crisis: “…que se caiga España que ya la levantaremos nosotros”. Pues en ésas siguen… Bronca, crítica visceral y nula visión de Estado… Los tenemos calados.

Artículo publicado ayer en centrohistorico.info.

Foto.Diario de Sevilla. Protestas de los agricultores por los bajos precios.

Patriotismo de pacotilla

Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces… Desde que llegó a la presidencia del Partido Popular, Pablo Casado se ha aferrado al palo de la bandera, ha exhibido pecho inflado de españolismo casposo y se le ha llenado la boca de soflamas huecas de hispanidad rancia. Y a las primeras de cambio demuestra que le preocupa más su aspiración electoral que el buen nombre de España, que su amor por España tiene límites. Casado se marcha a Bruselas a tirar tierra por despecho contra nuestro país porque no soporta que el Gobierno socialista presente unos presupuestos que delvuelven derechos arrebatados por las tijeras del PP y tenga como banderas elevar el salario mínimo hasta los 900 euros, la subida de las pensiones según el IPC y la consecución de más ingresos a través de la lucha contra el fraude fiscal. Son unas cuentas que respetan las reglas de equilibrio financiero que exige la Unión Europea. Nada de esto interesa al líder del PP. Sólo busca el ruido y un hipotético desgaste del adversario político. Su patriotismo es de quita y pon: si no gobiernan, les importa poco el destino y el prestigio de España. Ya lo dijo Montoro en la etapa de Zapatero: que se caiga el país, que ya lo levantaremos nosotros. Casado, el patriota, pronosticará ante las instituciones europeas las siete plagas de Egipto porque el Gobierno socialista, profundamente europeísta, ha elaborado unos presupuestos sociales y pensados para las personas que, además, cuentan con el visto bueno de Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En Bruselas, con el desafío italiano sobre la mesa, le responderán que deje de crear tormentas en un vaso de agua. La iniciativa de Casado no es más que una pataleta pueril pero inaceptable que deja en entredicho sus muchos golpes de pecho de españolismo.

Foto.- Cadena SER.

Efecto huida

El Partido Popular exige lealtad a los demás partidos cuando gobierna pero jamás la practica cuando está en la oposición. Para la historia quedan las desafortunadas palabras del ya ex ministro Cristóbal Montoro sobre dejar caer la economía que ya vendría la derecha para recuperarla. Son especialistas en malmeter y atizar las bajas pasiones. Uno de sus temas recurrentes es el de la inmigración. Hace apenas unos días que han sido desalojados democráticamente de la Moncloa y al calor del gesto humanitario del Aquarius por parte del Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez han sacado a pasear el efecto llamada. La llegada masiva de este fin de semana a las costas andaluzas nada tiene que ver con esta decisión de decencia, sino con la llegada del buen tiempo y con el cierre de otras rutas migratorias. Hasta que estuvo Mariano Rajoy, primeros de junio, habían llegado al litoral de Andalucía más de 8.000 migrantes, más de 1.200 menores de edad. Por tanto, estamos ante un efecto huida del hambre, de la guerra, del terror. Es una realidad que exige la implicación activa de la Unión Europea, la puesta en marcha de mecanismos efectivos de cooperación y que se actúe en origen para evitar que las mafias campen a sus anchas. El fenómeno de la inmigración hay que abordarlo con alturas de miras y no con la calculadora electoral. Del PP, sin embargo, no podemos esperar mucho.

Foto.ABC. Inmigrantes llegados este fin de semana a Tarifa (Cádiz).

Solidaridad a diario

Se nota que ha habido cambio en la Moncloa. La decisión del Gobierno de España de acoger a los migrantes del ‘Aquarius’ supone un aldabonazo a las conciencias dormidas, una llamada de atención a la Unión Europea, que sigue sin dar una respuesta global a la inmigración en el sur del Viejo Continente. Bruselas no puede continuar cruzada de brazos y se ha de comprometer con determinación con esta crisis humanitaria. En Andalucía entendemos bien este gesto de decencia y sensibilidad del nuevo gabinete socialista. Aquí la solidaridad la practicamos a diario. Nuestra posición geográfica nos sitúa como puerta de entrada de personas que huyen del hambre, de la guerra, del terror… El goteo es incesante. Sólo este fin de semana han llegado a nuestras costas más de 550 migrantes y en lo que va de año 1.350 niños y niñas han sido atendidos por los servicios sociales de la Junta de Andalucía. Esta comunidad fue la primera en proponer y acoger a menores no acompañados procedentes de Siria, país asolado por el enfrentamiento civil y el terrorismo, pese las reticencias del entonces Ejecutivo del PP. En Andalucía vivimos esta realidad muy de cerca y echamos de menos una Europa más solidaria, más responsable, más implicada.

Foto.Ideal. Inmigrantes llegados a Motril (Granada) este junio.

Baño de realidad

Se ha confirmado el pronóstico. La Agencia Europea del Medicamento no se instalará en Barcelona. Este organismo se irá hasta Ámsterdam tras su salida de Reino Unido como consecuencia del Brexit. Y lo más clamoroso es que los independentistas catalanes se rasgan las vestiduras por esta oportunidad perdida. Pues la han perdido ellos por méritos propios. El contexto de inestabilidad política que han promovido ha sido determinante para esta decisión de las instituciones comunitarias, con un ya ex president Puigdemont jugando al exilio en la capital de la Unión, los líderes indepes desafiando y enfrentándose a las instituciones comunitarias y más de 2.500 empresas saliendo despavoridas de Cataluña por la inseguridad jurídica de las leyes de desconexión. La declaración de independencia, si hubiera prosperado, situaba a Cataluña fuera de la Unión Europea. El escenario republicano soñado por los separatistas dejaba a Cataluña fuera del club europeo. ¿O es que en su cuento de la lechera pensaban que la UE iba a colocar uno de sus organismos en un territorio ajeno? Este ejemplo desnuda el disparate jurídico y político que envuelve al secesionismo. Que no le imputen a nadie este baño de realidad que ha supuesto la pérdida de esta agencia. Esto no es más que la consecuencia de su despropósito. Que se lo hagan mirar.

Foto.Cadena Ser.

Gestión ejemplar

Ha venido Pierre Moscovici a Andalucía y ha pulverizado con muy pocas palabras una de las grandes mentiras del Partido Popular. El comisario de Asuntos Económicos de la UE ha definido como ejemplar la gestión de los fondos europeos por parte de la Junta de Andalucía. Una circunstancia conocida y reconocida por Bruselas que el Partido Popular se niega sistemática e irresponsablemente a aceptar. En su estrategia demencial, hace un par de años el jefe regional de la franquicia de la gaviota, Juan Manuel Moreno Bonilla, pidió que la Comisión Europea revisará los fondos destinados a esta comunidad. En su obcecación por deslegitimar al adversario político llegó a plantear semejante aberración sin reparar que en la UE se tiene a Andalucía como modelo a imitar en este campo. Y como es una gestión de referencia hasta el Gobierno de Rajoy ha llegado a pedir auxilio a Andalucía para ejecutar fondos del anterior marco comunitario que otras administraciones no habían podido invertir y se podían perder. Tras su reunión con Susana Díaz, Moscovici ha sido concluyente y ha puesto en valor el nombre de Andalucía. En el PP deben tomar nota y no tropezar más veces con sus obsesiones. Hacer oposición exige rigor y un compromiso en no manchar la buena imagen de esta tierra. A ver si aprende el señor Moreno Bonilla.

Trucos malos

No nos vamos a dejar tomar el pelo. El Partido Popular nos quiere hacer trucos de prestidigitación con la conexión ferroviaria del Puerto de Algeciras. Hoy el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, y el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, han recibido como si fuera el maná las primeras traviesas para renovar el tramo entre esa ciudad y la Almoraima. Llevan desde que llegaron a la Moncloa a finales de 2011 sin invertir un euro y ahora se creerán que con ese gesto propagandístico encandilarán a la gente del Campo de Gibraltar. No han hecho nada mientras que a la zona levantina, según sus propios datos, han destinado más de 6.000 millones. Han castigado por motivos políticos al principal puerto de España y de los cinco con más tráfico de Europa pese a que la Unión Europea ha catalogado de estratégica la conexión del recinto portuario con Bobadilla. Andalucía, a través de la Junta, los ayuntamientos y los agentes económicos y sociales, han reclamado que se haga justicia y que no se frene el desarrollo de esta tierra. No es éste un Gobierno, sin embargo, que mire con cariño a Andalucía. Más bien todo lo contrario.

Foto.Diario de Náutica.

Presión migratoria

En lo que llevamos de año más de 3.800 inmigrantes han arribado a las costas de Andalucía. Este dato supone un incremento del 80 por ciento respecto a 2016. Pero no estamos hablando de números, sino de seres humanos que su juegan la vida por una expectativa de futuro mejor. Se demuestra, una y otra vez, que no existe frontera que contenga el hambre, las penurias o el miedo a la muerte por la guerra o el terrorismo. La costa andaluza se ha convertido en el segundo punto con más llegada de migrantes de la Unión Europea. Una realidad que nos debe hacer reflexionar. Sin embargo, vivimos demasiado ensimismados en nuestros problemas del primer mundo y no vemos la necesidad de recuperar la cooperación internacional y favorecer el desarrollo y la mejora de vida en los países de origen de la migración. Nadie quiere abandonar su hogar, sólo buscan oportunidades donde las hay. Ese anhelo no conoce límites.

Foto.- El País.

Preservar Doñana

El Gobierno de Andalucía está comprometido con Doñana, un patrimonio natural a preservar para el disfrute hoy y de generaciones venideras. Una de las amenazas que se cierne sobre este enclave es el proyecto de almacenamiento de gas dentro y fuera el parque. La Junta ya ha mostrado tanto al Gobierno de la nación como a la Unión Europea el rechazo a esta iniciativa de Gas Natural por los efectos acumulativos que tendría los cuatro pozos para Doñana y su entorno previstos por la multinacional. Así, la Consejería de Medio Ambiente ha remitido al Ministerio de Asuntos Exteriores un dossier para que a su vez lo traslade a Bruselas donde detalla las consecuencias de impacto ecológico de este proyecto considerado de forma conjunta, una circunstancia que no ha sido tenida en cuenta por la Administración General del Estado, que es la competente en materia de hidrocarburos, al conceder las autorizaciones a la empresa. Puede servir como referencia los efectos sísmicos que tuvo las exploraciones de El Castor en la costa levantina, lo que conllevó la suspensión de los trabajos. El Ejecutivo andaluz adoptará cualquier decisión que esté a su alcance para proteger esta joya natural y paralizar de forma definitiva un proyecto que se ha dividido artificiosamente para sortear la legislación. Por eso, el Gobierno andaluz va a dar la batalla para dar respuesta al sentir mayoritario de la sociedad y preservar este gran espacio que es Doñana. Es de justicia.