Otra patada hacia delante

Excusas y más excusas. Nueva maniobra dilatoria del Gobierno de Mariano Rajoy para no abordar una nueva financiación para las comunidades autónomas. El ministro de Hacienda pospone la negociación del nuevo modelo hasta que haya nuevo ejecutivo en Cataluńa. Una nueva patada hacia adelante cuando el actual sistema está caducado desde 2014. Así, verbigracia Cristóbal Montoro, suman un nuevo incumplimiento a la larga lista. No solo se saltan a la torera una ley orgánica, la LOFCA, también el compromiso contraído por Rajoy en la Conferencia de Presidentes de enero de aprobar la nueva financiación este año. Para el cupo muchas prisas, para el resto (más de 43 millones de españoles) otro jarro de agua fría. Está claro que no quieren desde el Partido Popular dotar a las autonomías con los recursos suficientes para atender los servicios públicos fundamentales para los ciudadanos. Impresentable.

Foto.- eldiario.es.

Qué espera Rajoy…

Todo el mundo sabe que Andalucía está mal financiada. También Mariano Rajoy aunque mire hacia otro lado. Lo viene denunciando desde hace años el Ejecutivo que preside Susana Díaz. Hemos recibido 5.522 millones de euros menos entre 2009 y 2015, entre otras razones por la sesgada aplicación del actual modelo desde que llegó el PP a Moncloa en 2011, un modelo por cierto caducado desde 2014. Esta discriminación la ha confirmado el grupo de expertos designados por el Gobierno de la nación y de las CCAA, la última liquidación correspondiente al ejercicio de 2015 (cada andaluz ha recibido 104 menos que la media de las comunidades) y por si no hubiera suficientes argumentos, esta semana hemos conocido un informe de FEDEA, fundación del BBVA, que sitúa a Andalucía entre las tres autonomías peor financiadas. Los datos, la legislación y el acuerdo alcanzado en la Conferencia de Presidentes en enero pasado obligan a aprobar ya un nuevo modelo de financiación. Rajoy debe dejar de hacer lo de siempre, no esperar a que los temas se pudran y hacer posible una negociación inmediata. No hay excusas y además hay urgencias para garantizar la igualdad de los ciudadanos vivan donde vivan. El presidente del Gobierno debe salir de su letargo. No parece muy preocupado en cumplir con su palabra ni con la LOFCA y mucho menos en acabar con los agravios. Del PP andaluz no esperamos nada, más que callar y otorgar, aunque su postura pusilánime y servil perjudique a Andalucía.

Financiación justa ya

Parafraseando un lema de campaña de Bill Clinton, se podría decir: «Es la financiación, estúpido». Y reflexiono (quizá sea mucho decir) sobre una noticia que escuchaba esta mañana en la Cadena Ser: Euskadi dedica más de 9.000 euros por alumno, el doble que Madrid, Castilla-La Mancha o Andalucía. Dicho de esta manera, sin ningún filtro, resulta que hay comunidades que tienen unas prioridades y otras dedican sus presupuestos a otras cosas y se desentienden de las cuestiones importantes para la gente. La realidad es bien distinta. Hay autonomías que tienen sobrefinanciación y otras que reciben menos que de lo que les correspondería por justicia. La aplicación del actual sistema de financiación del régimen común por parte del Gobierno del Mariano Rajoy, sin contar a País Vasco y Navarra, que tienen un sistema propio y muy positivo para sus intereses, está ensanchando la brecha entre las CCAA. En 2009 la diferencia por habitante entre la comunidad más financiada y la que menos recibía se situaba en poco de 400 euros y hoy, en 2017, se ha ampliado a más de 800, más del doble. De esta forma, se obstaculiza el crecimiento armónico y la cohesión de los distintos territorios. Andalucía es de los lugares más perjudicados por la gestión que el Gobierno del Partido Popular está haciendo de un instrumento que está caducado desde 2014 y que está provocando desigualdad entre los ciudadanos de este país.

Por este motivo es imprescindible aprobar un nuevo sistema de financiación que ponga coto a esta dinámica perversa. Rajoy no puede dilatar más la aprobación de un nuevo modelo que sea equitativo, que garantice la igualdad y, de camino, cumplir el compromiso contraído en la Conferencia de Presidentes, celebrada a mediados de enero de 2017.

La presidente de la Junta, Susana Díaz, ha convocado hoy a agentes sociales y partidos políticos en Andalucía a consensuar una posición común sobre el nuevo modelo de financiación autonómica. El objetivo no es otro que fijar una postura compartida que garantice la igualdad de los ciudadanos vivan donde vivan, y no haya ciudadanos de primera y de segunda en España. Se trata, en palabras de la presidenta, de fijar una posición nítida y clara en defensa de los intereses de Andalucía, que no es otra que blindar la igualdad en España, como se conquistó con el 28-F. Y lógicamente se puede considerar una tomadura de pelo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, siga dilatando la aprobación de una nueva financiación cuando el modelo actual lleva tres años caducado y se está incumpliendo una ley orgánica (LOFCA). Esta forma de actual del Ejecutivo del PP nos ha costado a Andalucía más de 5.500 millones. Están en juego los servicios públicos y el estado del bienestar, dicho de otra manera la igualdad de oportunidades, que no se puede poner en subasta en función de las necesidades políticas del PP para sacar unos presupuestos. Ya toca una financiación justa. Citando de nuevo a Clinton, de eso se trata, estúpido.

Foto.Diario Sur.

Nueva financiación ya

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En Andalucía hemos sufrido una aplicación injusta del vigente sistema de financiación que nos ha castigado a razón de unos 1.000 millones de euros al año. El modelo actual está prorrogado desde 2014 por inacción del Gobierno de la nación, aun incumpliendo la LOFCA, la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas, que contempla su revisión cada cinco años. En este periodo, y a falta de conocer el estropicio en 2015 y 2016, hemos dejado de ingresar 4.672 millones. Un hándicap que no ha impedido que en Andalucía se haya seguido un camino propio y progresista para amortiguar los efectos de la crisis y favorecer una recuperación justa pensando en los que peor lo han pasado en este tiempo. Ahora ya no caben excusas ni dilaciones injustificadas. Desde Andalucía se reivindica ya un nuevo sistema de financiación justo y equilibrado, que garantice que un ciudadano contará con los mismos fondos para recibir los mismos servicios viva donde viva. El modelo actual sobrefinancia a unos territorios y otros reciben recursos muy por debajo de la media. Con un instrumento así no se favorece ni la cohesión social ni la convergencia y lamentablemente se profundiza en la desigualdad. El nuevo sistema necesita fórmulas claras de reparto entre las CCAA que garanticen la igualdad y que no permitan al Gobierno hacer una aplicación arbitraria y discrecional.