Dinero indecente

Estamos en la campaña de la renta. Como millones de españoles, acabo de pasar por ventanilla para entregar mi declaración. Mientras que la inmensa mayoría cumplimos con nuestra obligación con el fisco, el Gobierno de España legaliza el blanqueo de dinero negro en metálico hasta el 30 de noviembre, una medida que supone una agresión al sentido común y al común de los mortales que pagamos impuestos. Ya no tenía un pase la amnistía fiscal aprobada hace dos meses, pero su desarrollo reglamentario ha profundizado en el error y en la injusticia. El Ejecutivo de Rajoy da barra libre al dinero negro sin importarle su procedencia. La norma aprobada permite que no se conozca el origen de estos fondos ni la forma en que se han conseguido. Se puede aflorar recursos económicos obtenidos por actividades ilegales como el narcotráfico o el robo, y Hacienda mirará hacia otro lado. Una burla a los contribuyentes en toda regla. Menudo ejemplo para la gente que religiosamente abona sus tributos y para la convivencia en sociedad. Ya era fuerte que los que han estado haciendo trampas durante años sólo se les grave con el 10%, cuando los que tenemos nómina pagamos el doble o más. Sin embargo, este nuevo paso supone perder el pudor y los escrúpulos. ¿No sería mejor combatir de verdad el fraude fiscal y que paguen los sinvergüenzas? Con tal de coger un puñado de euros les da igual que vengan manchados de sangre, dolor o indecencia. Impresentable.