Más iguales pese al PP

Una buena noticia antes de irnos a dormir. No sólo era una medida pertinente y de justicia la Ley de Igualdad promovida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sino que es una norma escrupulosamente constitucional.

El pleno del Tribunal Constitucional ha tumbado el recurso del PP contra la ley y también una cuestión de inconstitucionalidad plateada por un juzgado de Tenerife. El alto tribunal ha avalado la Ley de Igualdad, que establece la obligación de los partidos de presentar listas paritarias a las elecciones, circunstancia que motivó la interposición del recurso por parte del PP.

La sentencia, que se conocerá en los próximos días, cuenta con un solo voto particular discrepante, el del juez conservador Jorge Rodríguez Zapata. Diez magistrados han avalado la constitucionalidad de la norma.

Fracaso popular, éxito socialista. Este veredicto del TC supone un severo correctivo para el PP en vísperas de las elecciones generales. El PSOE considera el fallo como un triunfo de los hombres y las mujeres de España y una derrota de los postulados rancios de un PP cada vez más identificado la derecha pura y dura. Qué quieren que les diga, estoy totalmente de acuerdo.

Se hace justicia en Leganés

Hoy no tengo tiempo ni para respirar. Pero no me puedo contener y le robo quince minutos a mi apretada agenda. Algo me empuja a escribir, aunque sólo sean unas breves notas de ánimo y solidaridad con el doctor Montes y los integrantes del equipo de urgencia que él coordinaba en el hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid). 

Me habría gustado reflexionar, con menos prisa, sobre la injusticia descomunal cometida contra un grupo de doctores  a raíz de una denuncia anónima por supuestas sedaciones irregulares que los tribunales han declarado falsa. Desde que saltó el caso hasta ayer, que se ha hecho justicia con mayúsculas, se ha producido una auténtica persecución, una caza de brujas injustificada contra estos funcionarios públicos; todo ello alentado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid y los sectores más ultraconservadores de la villa, con la complicidad de algunos medios de comunicación.

¡Los habían acusado de haber cometido 400 asesinatos¡ Tamaño disparate. ¿Quién repone el prestigio profesional de estos profesionales? ¿Quién restaña el daño personal inflingido con premeditación y alevosía? ¿Quién se responsabiliza del sufrimiento de los pacientes que, por ausencia de cuidados paliativos como consecuencia de la denuncia, no han tenido una muerte digna?¿Quién reconforta a esas personas que han visto a sus familiares afrontar sus últimos días de vida retorcidos de dolor y padecimiento? ¿Quién repara el ataque a la sanidad pública?

De momento, silencio. Los inquisidores, de mutis por el foro. La presidenta de Madrid se intenta desmarcar del caso y se limita a decir que se alegra (Los guiñoles de El País la retratan). Alguien (o más de uno) tiene que pedir perdón y asumir responsabilidades políticas. Me temo que no ocurrirá.