¡Qué desahogo más grande!

 

Se nota que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Los ministros han entrado ya en campaña dejando el rigor y la lealtad institucional en el desván. El titular de Salud, Alfonso Alonso, cursó ayer visita a Sevilla e hizo gala de un desahogo insultante. Puso bajo sospecha el destino de los fondos que el Gobierno andaluz recibe para la atención de las personas en situación de dependencia. No es que intente arrimar el ascua a su sardina, es que miente a sabiendas y lo hace con un descaro y un desparpajo que molestan. El ministro, hombre de confianza de Mariano Rajoy, busca generar confusión porque la realidad lo desmiente nítidamente: su departamento, primero con Ana Mato y Juan Manuel Moreno Bonilla y ahora con él, ha recortado seriamente este cuatro pilar del estado del bienestar impulsado por el Gobierno socialista. El tijeretazo para Andalucía asciende a más de 500 millones de euros en esta legislatura. Así, esta comunidad autónoma sufraga el 77,6% del total del gasto en dependencia con su propio presupuesto frente al 22,4% del Gobierno de la nación cuando la ley establece que cada administración debe aportar el 50%. En 2014, último ejercicio cerrado, el Ejecutivo del PP puso únicamente 251 millones de euros frente a los 1.131 de la Junta de Andalucía.

Andalucía siempre ha sido y sigue siendo referencia nacional en esta materia y los datos que presenta dejan en evidencia a Alfonso Alonso:

  • Primera comunidad en número de beneficiarios y prestaciones: 163.100 personas, el 21% del total de España, y 219.100 prestaciones, el 23% del total a fecha 30 de septiembre de 2015
  • El Servicio de Teleasistencia en Andalucía lo están recibiendo 192.000 personas, de las que 52.300 son personas en situación de dependencia, lo que representa el 44% del total nacional.
  • El Servicio de Ayuda a Domicilio de la atención a la dependencia lo reciben 48.800 personas, el 32% del total nacional.
  • Se han incorporado 12.000 personas nuevas al sistema desde el 1 de julio, fecha del final de la moratoria planteada por el Gobierno de Rajoy en 2012 para incluir a personas en situación de dependencia de Grado I, dependientes moderados.
  • Andalucía dedica tanto presupuesto a dependencia como el Gobierno de la nación para toda España.

A la luz de estos datos, las palabras de Alonso suenan a propaganda, a argumentario sectario, a la malsana táctica de ensuciar porque algo queda. No parece serio ni responsable que un ministro se olvide su rol institucional y emplee cualquier tipo de argucia con la pretensión de arañar un puñado de votos. No es que se vieja política, es política dañina y destructiva que no contribuye a construir una España más fuerte.

Foto.ABC de Sevilla. Alonso, en el acto de ayer en Sevilla, y justo a su espalda el recortador Moreno Bonilla.

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