Jetas

El mundo está plagado de pícaros, pillos, tunantes, buscavidas, charranes… Y jetas. Éstos últimos tienen un plus de desparpajo, de desahogo, de desfachatez, de insolencia, de cinismo. Hacen lo que pueden para ganarse la vida y les importa un rábano los medios con tal de conseguir sus objetivos. Javier Arenas es el arquetipo de lo que en Andalucía conocemos como jeta. Le da igual ocho que ochenta, dice una cosa y al día siguiente la contraria sin rubor, le importa la verdad un pimiento, manipula los acontecimientos en función de sus necesidades. Presenta el genotipo del trilero y/o del mercachifle. En la esfera pública, tanta amoralidad no tiene cabida, es exigible un mínimo de integridad y coherencia, ética y algunos profundos principios.

El jefe de filas de la derecha andaluza no está atravesando un buen momento. Tiene la cabeza en frentes de otros tiempos que copan hoy la actualidad. La avalancha Gurtel está sepultando sus últimos cartuchos de supervivencia en política. Acosado por esta atmósfera hostil, con la presión judicial sobre el turbio historial de su partido y los medios de comunicación aireando la basura acumulada bajo las alfombras, ha entrado en un estado de nerviosismo y desquiciamiento exagerado. Ha pensado que la mejor defensa para sacudir la losa de la presunta corrupción pasa por poner el ventilador. Como no hay mucho que remover, las aspas aviesas han tenido que rebuscar en el pasado, desempolvando asuntos del Pentateuco, o tergiversar la realidad para darle apariencia de consistencia a su huida hacia adelante.

Dispone de poca pólvora actual y la del pasado está mojada. En su habitual mitin dominguero, Arenas se despachó a gusto: por un lado, manoseó de forma indecente la política antiterrorista y a las víctimas para arrear al Gobierno de Zapatero (¿se puede ser más rufián y desalmado?) y, por otro, en el capítulo de la corrupción se retrotrajo a tiempos remotos ya sancionados por los tribunales y endosó de forma gratuita al PSOE responsabilidades de otros escándalos (los casos de Marbella y El Ejido). Es la prueba más palpable de la desesperación del campeón de las derrotas electorales. Se recurre a la mentira cuando no nos gusta la verdad o cuando nos aferramos a ella de manera compulsiva. El presidente del PP andaluz miente con contumacia. Ese vicio tiene prescripción facultativa. Pretende reescribir la historia a su capricho sin respeto a los hechos. En su contra está que carece de credibilidad para ello, la ciudadanía lo tiene calado.

Querer cargar a los socialistas las tropelías de Jesús Gil y sus secuaces en ciudad de la Costa del Sol no cuela ni a empujones. Resulta un contradiós. Los nombres y apellidos de los responsables del asalto y del reparto del botín del Ayuntamiento de Marbella están grabados a fuego: el ex presidente del Atlético de Madrid y su banda de delincuentes. Lo que no le gusta recordar a Arenas es su coqueteo con el GIL para conseguir sillones. ¿Ya ha olvidado su pacto con Gil para obtener la presidencia de la Diputación de Málaga en 1995? ¿No tiene fresco en su memoria el fichaje por parte del PP de concejales gilistas en La Línea, San Roque o Estepona?

Ahora también busca aprovechar el desplome de Juan Enciso en El Ejido para lanzar ponzoña contra su pesadilla socialista. Sabe de más Arenas que el PSOE no tiene nada que ver con el alcalde de este municipio almeriense, está libre de polvo y paja. Lo único que existía era el pacto de gobierno en la Diputación, roto de manera fulminante cuando se han conocido los detalles de la investigación judicial y la detención de este munícipe, que amasa cargos abominables para un servidor público. El PP, a priori, nada tiene que ver en los negocios ilegales de Enciso, pero le unen muchas más cosas a su ex compañero de siglas y gaviotas hasta 2005. ¿Recuerda Arenas cuando consideraba a Enciso el mejor alcalde de España? ¿Ha borrado de su disco duro la negociación mendicante con el factótum ejidense para que no se fuera del Partido Popular? ¿Tiene aún en mente las horas que le dedicó Juan Ignacio Zoido, su embajador en este conflicto, para retener a Enciso en el seno del PP? ¿Tenía montada la trama el regidor de El Ejido en sus tiempos de pepero? ¿Cualificados dirigentes del partido de Mariano Rajoy mantenían relaciones mercantiles con cabecillas de la red desmantelada en el Poniente de Almería?

Mejor no mentar la bicha en determinados casos. El réptil se puede revolver y dejarte un buen recado. Hay veces que la osadía pasa descollantes facturas. ¡Ay, Javier, que te viene de regreso este bumerán!

4 comentarios en “Jetas

  1. Pingback: La desfachatez del PP de Jerez « El mirador de Jerez

  2. Uy, uy, uyyyy, me gustan más tus poemas, pero aquí voy a escribir.

    Arenas no me gusta, pa que nos vamos a engañar. Aunque yo más que jeta a Javier lo tengo por el típico señoritingo andaluz, que viene aquí con aires de cacique.

    Pero en algo vas bastante perdido. El PAL, partido de Enciso gobierna con el PSOE en la diputación almeriense, o gobernaba hasta hace unos días. Veremos como se las apaña Usero gobernando en minoría. Aunque claro, ha roto el pacto pero no ha echado a la docena de asesores del PAL que colocó (sí, sí, un ejercito de asesores que ganan lo que 3 mil-euristas). Toooodo un derroche con tal de mantener el culo en el sillón más grande del palacio de la calle Navarro Rodrigo.

    En cuanto a Enciso ¡pobre Juan! nuevamente se da el caso de las malas compañías. SEa como sea, más o menos ladrón, Juan ha sido para el ejido un gobernante intachable, siempre receptivo con todos los vecinos, querido, generoso, afable… ahí están los resultados, el crecimiento del municipio. Es una buena persona (digo yo que algunos ladrones serán buenos) La «trama» de el ejido más parece de risa. 3 familias al completo (padres, hijos, esposas, cuñados, yernos…)algo demasiado torpe. A la vista está que no hay ningún concejal más detenido (al menos no de momento)

    Y por último un chisme, pa darte alguna satisfacción: una de las detenidas es la hermana de Falín, el secretario del alcalde de Almería, pepero. Pero esto no sale en las portadas ;-D

    Cosas de ciudad pequeña

    • Todo se andará… El pacto quedó roto de forma fulminante nada más conocerse los hechos. El objetivo de dicha alianza era dar estabilidad al gobierno. No era estrictamente necesario porque el PSOE era el partido que más votos había conseguido en las urnas en 2007 y, como lista más votada, le correspondería gobernar, salvo que se produjera otra posible combinación PP-PAL para hacerse con el bastón de mando de la corporación provincial.

  3. Lo triste es que se pierde tiempo y dinero de la ciudadanía con tanto dime y direte «poltronero» (a ver quién se mantien en la poltrona). Lo importante es sacar al país de la crisis económica, hacer que funcionen los municipios y sobre todo vigilar las subvenciones, repartir la riqueza.
    En Jerez el horizonte no es esperanzador.

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