Antojo

Lo que quería
era tu almohada y sus sábanas blancas,
tu cubrelecho delgado,
de un color
que quizás siga sin nombre.

Lo que quería
era tomar tu té,
el agua enfriada
por tu nevera,
decirte no,
no gracias,
para mí más nada.

Lo que quería
era despertar contigo
vestida
y agradecida,
ya sin esta hambre
pequeña
por los rastros diarios
de tu andar.

Ana María Caballero

Deja un comentario