Donna Summer

Se ha apagado la banda sonora de los setenta y buena parte de los ochenta. O al menos la BSO de muchas de mis andanzas adolescentes y primeros años juveniles. ¡Cuántas veces la gente de mi generación ha bailado al ritmo del sonido disco de Donna Summer! Aquellos tiempos inmemoriales de la discotecas Stone, Alaska, UB2 o Holiday (ya todas desaparecidas salvo la última) y de las fiestas del Instituto San Isidoro o de las distintas facultades de la Universidad de Sevilla. Era un gustazo, una invitación irrefrenable a mover el cuerpo, escuchar su poderosa voz en vinilos, cassettes o en los 40 Principales. Nos ha dejado Donna Summer a los 63 años víctima de cáncer. No será, sin duda, nuestro último baile. Nos deja un legado que siempre animará un sarao o nos empujará a movernos casi sin querer. El son de su música siempre atrapa, te envuelve y te activa el modo diversión. Hasta siempre, Donna.