El Ministerio de Sanidad, erre que erre. Su titular, Ana Mato, vuelve a blandir la amenaza contra la Junta de Andalucía como única forma de comunicación. Ésos son los métodos y las formas con las que se expresa el Gobierno de Rajoy con aquellos que piensan de manera diferente. La lealtad institucional y el diálogo no existen en su diccionario. En la villa y corte madrileña, los barandas del PP se resisten a que esta comunidad ponga en marcha una subasta de fármacos que supone un ahorro de 200 millones al año de dinero público. Apenas unos días después de que la Junta haya obtenido el respaldo jurídico del Tribunal Constitucional, la ministra vuelve a la carga. No es la primera vez que Mato anuncia medidas para obstaculizar este proyecto. Unas dentro de nuestro ordenamiento jurídico y otras con mensajes más o menos explícitos para que los laboratorios farmacéuticos no concurran a la subasta. ¿Cuántos capítulos habrá visto de los Soprano? Parece muy interesada Mato en el boicot de una iniciativa de ahorro que no comporta merma de ningún derecho ciudadano. Todo lo contrario supone contar con más recursos públicos para garantizar y reforzar nuestro sistema público de salud. Con esta iniciativa, el Gobierno que preside Pepe Griñán demuestra que se pueden hacer políticas distintas y que no sean los ciudadanos los que sufran los recortes. Ana Mato tendría que explicar por qué le molesta tanto que las grandes multinacionales dejen de ganar dinero en beneficio del conjunto de la sociedad. Como siempre, la derecha prefiere estar con lo poderosos y no con la gente… Ni siquiera con el sentido común.
Foto.- ABC.