Apretar las tuercas

Esto va de apretones y llaves inglesas. El presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, se reúne con los máximos responsables de las cajas de ahorro de esta comunidad para apretarles «un poco» las tuercas con objeto de que las entidades favorezcan el flujo de créditos y préstamos hacia las empresas y las familias. Hace bien el presidente en achuchar a las cajas por su componente público para que arrimen el hombro sin ambages en el combate contra la crisis. Este esfuerzo hay que exigirlo también y sobre todo a la banca privada, como ya ha hecho esta semana el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero. Los bancos han recibido una inyección importante de liquidez por parte del Estado (que tienen que devolver) y ahora no se pueden encoger de hombros hasta que escampe sin atender las demandas de empresas y particulares.

zp-y-bertoneUna vuelta de tuerca suave le ha hado el Gobierno español al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, en forma de pacto de convivencia. El Ejecutivo le ha ofrecido al número dos del Papa garantías del mantenimiento del Concordato y de neutralidad educativa a cambio de reducir la beligerancia de la jerarquía católica española en el debate de las reformas de las leyes del aborto y la de libertad religiosa o contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Bertone se ha llevado la pieza mayor, que no es otra que la salvaguarda del Concordato, un acuerdo diplomático de raíz preconstitucional y, por tanto, desfasado y anacrónico que concede unos ilimitados privilegios a la Iglesia romana. El pragmatismo vaticano se ha impuesto en esta visita de la mano derecha de Benedicto XVI. Una gira privada marcada por la diplomacia y la mano tendida para rebajar la crispación del cardenal Rouco y sus cuates. Eso sí, los laicistas nos quedamos un poco decepcionados. ¡Cuándo dejarán de tener tanto peso las sotanas! Queremos finiquitar, de una vez por todas, la impertinente intromisión de un estado extranjero, el más pequeño del mundo, en nuestras cosas domésticas.

Merecido apretón de tuerca del Tribunal Militar Central al coronel de Infantería Francisco Bajo Ojeda como autor de un delito consumado de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a una subordinada. La teniente médico E.R.G., del Regimiento de Munguía (Vizcaya) demandó por acoso sexual a su superior por la constante presión y acoso por parte del coronel Bajo. La oficial soportó insinuaciones de carácter sexual y sufrió tocamientos en el bar del acuartelamiento. El fallo deja claro que las estrellas de seis puntas no suponen gozar de patente de corso. Un año de cárcel y una módica multa para un coronel abusón y prepotente.